La visita del colista que se daba por desahuciado pareció sembrar confianza en el Sporting. El equipo gijonés saltó al césped con aire de tener el partido encauzado y el 'play off' casi en la mano, pero enseñó una imagen deplorable, sin ánimo de competir ... y un dispositivo táctico que se quebró sin centro del campo.

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El dibujo táctico teórico de Ramírez no tenía mala pinta, pero se vio desequilibrado por la sorpresa en la posición de Ontiveros, a lo que se sumó el activismo de Novoa, el oportunismo de Forés y el dispositivo serio del técnico visitante.

Al míster canario le fallaron los análisis estudiados. Menos mal que el que sabe de fútbol aquí es él. Lo presumió el viernes. Tiene sentido del humor.

El Sporting fue una entelequia de equipo desde el pitido inicial, con una imagen pusilánime. Fue un conjunto descolocado que perdió todos los duelos, permitió que el rival se anticipara siempre y dio sensación de no aspirar a nada. Decepcionante y penoso.

Ramírez hizo cambios sin sentido que ayudaron a aumentar el desbarajuste. Resucito a un rival que parecía muerto. Por lo menos hizo una obra de misericordia. Aquí la duda es si seguimos aspirando al ascenso directo o si ya firmamos el 'play off'. Si el señor Irarragorri supiera de fútbol…

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