El objetivo del 'play off' estaba imposible antes de perder contra el Albacete. Ahora, hasta los creyentes están convencidos de que la lucha es la ... permanencia. Ayer, entre los desatinos del míster, el desaguisado del juego, la falta de eficacia y las ingenuidades defensivas, en El Molinón sonaron las alarmas.

Publicidad

El míster sorprendió con la alineación al prescindir de Gelabert y mantener a Caicedo. El partido no empezó mal, pero lo complicó Róber Pier con una frivolidad absurda. A continuación, quitar a Nico Serrano fue otro error. El Sporting derrochó voluntad, pero estuvo muy precipitado. Nacho Méndez se cansó de perder balones y desesperó a la grada. Tampoco Dotor se enteró de la fiesta en un equipo con delanteros que tienen la brújula perdida. Para colmo de males, Maras hizo un penalti ingenuo. El Albacete, ordenado y preciso, se adelantó en el marcador con poco.

La mejoría del segundo tiempo con Gelabert escorado fue gaseosa. El míster arriesgó en los cambios, pero no hay quien meta un gol. El árbitro adornó la verbena. No señaló un penalti a Dubasin antes de que el VAR le avisara del que le costó la roja a Yáñez y la suspensión momentánea por lanzamiento de botellas. El nuevo fútbol es así. El Sporting tiene una complicación muy seria. Que Irarragorri nos diga quién la soluciona.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€

Publicidad