En épocas pasadas, el Sporting disputaba el último partido de la pretemporada en El Molinón, a modo de presentación ante su afición, además de enseñar los fichajes en el Costa Verde, después denominado Villa de Gijón, con un trofeo donado por el Ayuntamiento. Ese encuentro ... servía para calibrar el potencial del equipo ante un nuevo ejercicio.
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Los tiempos cambiaron. Ahora, las pretemporadas se organizan con partidos en pueblos ante rivales inferiores o similares, al menos en teoría, con una planificación extraña. En buena lógica, la imagen del Sporting más parecida a la del nuevo curso debería ser la de mañana ante el Racing.
En los ensayos de julio y agosto no pueden hacerse valoraciones reales, por la mezcla de entrenamientos con partidos y carga de trabajo, pero algunos detalles pudieron apreciarse. Albés lleva muchas pruebas con cambios tácticos. A estas alturas debería tener un criterio más concreto, pendiente de completar la plantilla. Le faltan cuatro jugadores, pero el presidente ejecutivo ya avisó que hay margen de tiempo. En una semana empezará la Liga y en tres se cerrará el mercado. 18 jugadores en la plantilla son insuficientes. El señor Guerra Gómez, que empieza su tercer curso en el Sporting, ya debería saberlo. Quizá la economía no esté tan bien como se dice desde el club, que este verano aligeró fichas altas, hizo alguna venta testimonial y gestionó fichajes a coste cero o cedidos. Quizá influya el lastre de la multa a pagar al Espanyol, de la que parece que nadie tiene la culpa. No es el único patinazo.
En defensa se aprecia una idea del técnico gallego con cierto orden, pero el centro del campo es más de músculo que de ideas y el fútbol de ataque es preocupante, sobre todo con la lesión de Caicedo. El ecuatoriano aprovechó dos errores del Marino y otro del Celta para dejarse notar como goleador, pero después sólo se le vieron 'cuerpeos' y una asistencia. Las alternativas, Campuzano y Dubasín, que no son específicos para el ariete. Contemplar a Esteban Lozano como opción no es serio, tras haberlo visto la pasada campaña. Es probable que Albés haya recibido promesas antes de comprometerse con el Sporting, pero hasta ahora aparenta ser un técnico dócil con la cúpula.
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Sorprende que haya tantas lesiones en la pretemporada. Con la nueva maquinaria en las remozadas instalaciones de Leorio y los métodos de ciencias aplicadas de Odin Vite parecía que no se repetirían los contratiempos de otros años, pero el galeno mexicano no tiene una varita mágica. Vamos, que las lesiones se producen como siempre o más, porque un problema de pubis hace mucho tiempo que no se daba en Mareo.
Pese a la indefinición de lo que es este incompleto Sporting ahora, la afición está desbordada, con más de 20.000 abonados, según datos oficiales. A poco que el equipo proporcione alegrías a la grada, no sería raro que se superara el récord. El balón dirá.
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