No somos idiotas

La semana estuvo animada. El resquemor del segundo tiempo de Santander fue lamentado hasta por el presidente ejecutivo del club en una entrevista con Juan Luciano García Gancedo en Onda Cero Radio. También expuso que Mareo va viento en popa, cumpliendo los requisitos del 'proyecto Orlegi'. Dado su cargo, es lógico que intente vender su producto.

En la misma actuación, David Guerra elogió el trabajo de cantera la semana que ficha para el Sporting Atlético un defensa central de 24 años, sin ninguna proyección para el primer equipo, que un año antes de acabar juvenil en Mareo se le mandó al Llano 2000. Luego pasó por el filial del Lugo y un paso testimonial por el primer equipo en Segunda, Ponferradina y Sabadell, sin ninguna relevancia. Parece que en los juveniles o en el artificial Sporting C no hay un central para cubrir un hueco en Tercera División. En este caso sería aconsejable cerrar las 'Academias' o cambiar toda la metodología, porque los técnicos quedan como incompetentes.

Estas reflexiones no pretenden que Mareo cambie y que se empiece a trabajar con seriedad y profesionalidad, porque el Sporting tiene un dueño que puede hacer lo que quiera. El único objetivo es que el señor Guerra Gómez sepa que no somos idiotas.

El pasado domingo, el Sporting Atlético, que tuvo complicaciones para ganar al modesto San Martín, presentó una alineación con cuatro canteranos. Algunos extranjeros juegan por decreto, pero el papel que desarrolla Óscar Garro como director de Mareo es otra historia. Muy peculiar.

El presidente ejecutivo insistió en que Orlegi tiene un 'proyecto' y que va a estar en Gijón muchos años. Permítame que lo dude. Este Sporting, que presume de haberse profesionalizado, pierde de media unos cinco millones por temporada. Con la planificación actual, un ascenso parece una quimera. No es creíble que Irarragorri esté dispuesto a seguir perdiendo dinero.

Una victoria en Tenerife minimizaría todas estas cuestiones, por eso nos encomendamos a Albés. Por cierto, la dialéctica de Guerra es muy brillante. Otra cosa es que convenza.