Celebración por la nueva imagen de Mareo

El Mareo de hoy se parece poco al de 1978, cuando lo inauguró Pablo Porta, rodeado de todas las autoridades deportivas, civiles y militares, en un acto histórico. En los nueve años de presidencia de Manuel Vega-Arango se culminó la instalación a cargo de los ejercicios ordinarios.

Desde entonces, en los terrenos de la escuela rojiblanca se realizaron mejoras notables. Solo tuvo un sencillo acto conmemorativo la inauguración del edificio de las oficinas, construido tras la transformación del club en SAD, bendecido por el recordado Fernando Fueyo. Hubo otras inversiones importantes con ayuda municipal, poco después del ascenso de 2008, para hacer Mareo más funcional y reducir costes.

La obra reciente es la más voluminosa y espectacular de todas. El consejo de administración del Sporting tuvo la fortuna de contar con una interesante partida de los fondos CVC gestionados por la Liga ya en la etapa de la propiedad anterior, pero no quita relevancia a esta nueva época de Mareo, con un acto pomposo a modo de reinauguración, organizado con cierta premura de tiempo, lo que impedirá a algunas autoridades cambiar la agenda para acompañar a Alejandro Carlos Irarragorri en tan emblemática ceremonia. Estará Churruca, exjugador internacional, con cuyo traspaso se pagó Mareo. Parece que no irá Vega-Arango, a quien los señores Irarragorri y Guerra manifestaron su deseo de conocerlo. En casi dos años no surgió la oportunidad. Problemas de agenda del patrón. En este caso, la fórmula de invitación gestionada por Joaquín no fue protocolaria. De ahí, algunas ausencias relevantes, pero eso son cuestiones internas del club.

Irarragorri y su equipo merecen una felicitación por unas instalaciones que parecen espectaculares, con nuevas zonas médicas, gimnasios y aparatos de todo tipo, todo de última generación, además de la residencia recuperada desde 2005, cuando los administradores concursales dieron orden de cerrarla por una cuestión presupuestaria. Los asesores de Irarragorri hicieron una sobresaliente reconstrucción, aprovechando el remanente de los fondos CVC.

La obra era necesaria para adaptarse a los tiempos y mejorar las condiciones de trabajo de los 'artistas', aunque si siguen los mismos que deterioraron el funcionamiento deportivo de Mareo o el cuerpo médico que presume de prevenir lesiones y tiene más que en todos los últimos años, difícilmente va a rentabilizarse una inversión tan extraordinaria con unas instalaciones modélicas. Hoy, de momento, toca celebración. Para eso viene el señor Tebas.