La renovada piel del Sporting se presentó ayer en un acto que intentó ser de película y original, pero tuvo una presentación más propia de una tertulia que de un episodio de relevancia. Es el nivel que hay en este Real Club. La camiseta recupera ... un aire tradicional con toques de modernidad. A primera vista agrada. Tiene pinta de que tendrá aceptación, con una firma gijonesa en el frontal. Un detalle agradable.
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El acto tuvo a Joaquín Alonso de maestro de ceremonias, en sustitución del viajero David Guerra. El director de relaciones institucionales, que ejerció de presidente en funciones con las autoridades y patrocinadores, se mostró dicharachero. Estaba en su salsa, con el protagonismo que le encanta para contar sus historias. La única objeción es que se mantienen los pantalones blancos, que rompen la historia del Sporting, que algunos confunden con una época de la Sportiva Gijonesa, otro club distinto, de hace más de un siglo. En cualquier caso, al margen de la racionalidad, aquí se impone el criterio de quien pagó por el club. Si Irarragorri lo quiere blanco no hay nada que discutir, aunque los criterios históricos digan lo contrario.
La camiseta deberá estrenarse esta tarde en Luanco, donde se verán los primeros trazos de Albés, con una plantilla a medias y algunos rellenos que el míster tuvo que tragar. Como no se imponga tendrá que comerse más compromisos que no le resolverán nada en el césped. El acto en el puerto deportivo estuvo bonito y emotivo, pero lo que más importa es lo que pase en el césped. En Miramar no hay puntos, pero el aficionado espera empezar a ver algo que ilusione.
La composición de la plantilla parece marcada por una penuria económica, con la llegada de jugadores a coste cero o cedidos, más algún compromiso empresarial. A Curbelo, Olaetxea y Bernal hay que verlos en acción, lo mismo que a Caicedo. Otero ya es conocido, con recuerdos satisfactorios. También es conocido el mexicano Esteban Lozano, que el año pasado no destacó en Tercera. Parece que el míster está obligado a tragarlo, lo mismo que los experimentos que en su día se ficharon para el filial desde el despacho de Garro.
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El presidente ejecutivo se perdió los primeros actos por haberse desplazado a Estados Unidos. Hay aspectos más importantes, incluida la organización financiera. Irarragorri lleva tiempo sin venir a Gijón y parece que ahora dirige mejor el holding desde Washington, lejos de México. Las soluciones pueden llegar con fondos de inversión. Gray Cube Sports y Cuprum parecen ya tuvieron contactos con el trust azteca.
Lo que realmente importa al sportinguismo es que se solucionen los problemas y que se hagan fichajes de verdad, para completar una plantilla que ahora está descompensada y con varios efectivos que no dan la talla para jugar en Segunda en un equipo que en teoría debe tener altas aspiraciones.
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