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La temporada del Sporting acabó con el regusto del 'play off' de ascenso y la decepción de la eliminación a las primeras de cambio sin ... ser inferior al rival. Queda la duda de qué hubiera podido pasar con más coherencia en el banquillo y un goleador de verdad en la plantilla, en una temporada muy extraña y con el ascenso más barato que se recuerda.
El pasado debe servir para aprender de los errores, aunque en este Real Club se repiten con frecuencia desde hace mucho tiempo. Una vez concluida la temporada es el momento de hacer borrón y cuenta nueva con la planificación. La que se confeccionó en el primer curso de Orlegi resultó calamitosa, con fichajes tan incoherentes como otros de épocas anteriores. Pueden citarse como ejemplo al holandés Colin, al costamarfileño Lacina Traoré o al brasileño Xandao. Los patinazos en la historia del Sporting no son una exclusiva de Orlegi, que se lució a su llegada con De Amores, Milovanovic o Bamba, más los compromisos empresariales de Carrillo y Jeraldino. La pasada fue más coherente, con las notas positivas de Yáñez, Rober Pier y Hassan, porque Roque Mesa pasó media temporada a verlas venir por capricho de Ramírez, como la contratación del 'pistolero' Mario, a quien el míster fue a Villarcayo a convencerlo. Una genialidad de tantas.
La plantilla va a sufrir modificaciones por las salidas de los que acaban contrato, más los cedidos. No es lógico no haber amarrado a Insua, el mejor central de la plantilla. Ahora solo están Róber Pier, Diego y la incógnita de Bamba. El centro de la zaga es básico. Por lo menos, la portería está bien guardada.
El área deportiva que ahora controla José Riestra tiene una papeleta complicada, porque con poco dinero deberá confeccionar un equipo para aspirar al ascenso. El regusto del 'play off' será un apoyo para la campaña de abonados, pero más lo serán los refuerzos. Para el banquillo se gestiona una alternativa seria, si al final llega Albés.
Además de la defensa, será preciso reforzar las bandas con extremos rápidos y apuntalar el centro del campo con un organizador de peso específico, pero lo más prioritario es acertar con un goleador. Djuka parece una etapa acabada en el Sporting y Campuzano se lesiona demasiado. Otro aspecto es la necesidad de traspasar. Guille Rosas, Diego Sánchez o Gaspar son los que tienen algo de cartel. Los tres de la cantera, donde ahora no hay soluciones. Es la primera vez que pasa en mucho tiempo. La labor de Óscar Garro, cargada de experimentos inservibles, es un fracaso estrepitoso en los dos años que lleva como director de Mareo. Su incompetencia está marcada por los resultados. ¡Como para dar disertaciones en la convención de las canteras de España!
Quedan dos meses para el inicio de la Liga y uno para el de la pretemporada. La asignatura de Riestra y sus subalternos es hacer una plantilla ilusionante y competitiva. Es su tiempo. En ellos confiamos.
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