Una de las frases habituales de Irarragorri es la de 'aunar voluntades'. El ingeniero mexicano Yon de Luisa, miembro de FIFA, que estuvo en Gijón el martes, también hizo alusión a 'aunar voluntades' entre el operador del club, los patrocinadores y las autoridades, aún pensando ... en el Mundial para Gijón.

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Aquí, las voluntades no se aunaron bien. No se supieron canalizar desde el club, ni desde el holding mexicano, con un interés lícito de aprovechar su negocio. De los patrocinadores no se conoce su existencia y hacen faltas más voluntades que las del Ayuntamiento. Y mucho dinero. Lo demás es palabrería, incluidas las jiras del entrañable Tuero, cuyo contenido no comparten ni en su bancada.

Lo que más le importa ahora al Sporting es aunar voluntades en su masa de peñistas. David Guerra o alguno de sus satélites tuvo la ocurrencia de copiar la iniciativa de la Federación de Peñas, que organiza una jornada de confraternización completa e ininterrumpida que recorrió varios puntos de Asturias desde 2017, denominada el 'Día de las Peñas'.

El acto que el club organiza el sábado se denomina 'Día del sportinguismo', con un llamamiento a los peñistas para preparar un ambiente de presión con motivo de la visita del colista Andorra, con el sueño del 'play off' de fondo.

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El neófito del plagio desconoce que todos los partidos de El Molinón son un día de sportinguismo, sobre todo cuando hay alguna ilusión, como es este caso. Sin embargo, las voluntades no están aunadas desde el propio club, que ahora reclama la presencia y el necesario apoyo de las peñas al equipo, después de haberles impuesto unas normas que abren la puerta al sportinguismo de pago, con un claro desconocimiento de que aquí los sentimientos no tienen precio. La ruptura con la Federación de Peñas no es reflejo de aunar voluntades, sino de utilizarlas sólo a favor de la empresa.

Carece de sentido que el Sporting tenga dos asociaciones de peñistas. Sucede desde que un grupo de peñas perdió las elecciones en 2011 y optó por una fragmentación. Ahora, con más sensatez en las dos cabezas visibles, debería estudiarse la reunificación para reclamar al club más coherencia con la afición siempre, no sólo los días de partido o cuando el marketing lo recomiende.

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Hace tiempo que Joaquín explica a las peñas que 'esto cambió', justificando todo lo que viene bien a Orlegi. El único cambio fue la propiedad, lo que no influye en el sportinguista de a pie, que quiere buen fútbol y triunfos. El que sí cambió es el egocéntrico representante de las relaciones institucionales, también presidente de los Veteranos desde hace casi 17 años, en los que nunca hubo elecciones, pero ese es un problema de los ex jugadores.

Está bien que el sábado se divierta una representación de la afición, pero las voluntades estarán más aunadas por la tarde, a la espera de ganar al Andorra. El día de las peñas, de todas, cuando acabe la Liga.

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