De Gaza a Cisjordania

El dominio militar es terrible, pero todavía resulta más escandalosa la deshumanización de los palestinos: no son personas, sino animales. Se puede dar un número ilimitado de datos y de aspectos; a los prisioneros los desnudan y les hacen marchar arrodillados, y viven en condiciones durísimas... (téngase una vez más en cuenta que la mayoría están presos sin juicio, y sin distinción de sexo y edad). Valga como muestra las repuestas a una entrevista de un rabino soldado israelí: «Los árabes en Rafah no tienen adónde regresar. En Jabalia no tienen adónde regresar». «¿Qué le dices a la gente de Israel?», le preguntó el entrevistador. «Deberían saber que los hemos machacado, ha habido decenas de miles de muertos, devorados por gatos y perros porque nadie recoge los cadáveres, es indescriptible. Decenas de miles de familias no tienen fotos, ni papeles, ni documentos de identidad, no tienen adónde ir», contestó el rabino soldado, presentando estos hechos como conquistas a celebrar. Los oyentes aplaudían, celebraban y se reían.

Lo más inmediato es la apropiación completa de Cisjordania, donde viven más de tres millones de palestinos; las mejores tierras, el agua y las rutas están siendo monopolizadas por los colonos, que destruyen las casas y las plantaciones palestinas, y los violentan incluso con armas de fuego y con el consentimiento, cuando no apoyo, de los soldados israelíes. Ante un genocidio, como ya lo denomina la Corte Internacional de Justicia, ¿podemos los europeos seguir sosteniendo a Israel, y haciéndole participar, a título de europeo, en las competiciones deportivas o en concursos de música y espectáculo? La doble medida condena la invasión de Ucrania y prohibe a los rusos participar en ningún evento internacional, mientras a Israel se le declara impune de delitos por infames que estén siendo, así como de la apropiación del territorio de palestina expulsando, o matando a sus milenarios ocupantes.

Frente al miedo, la esperanza: somos millones de españoles, europeos, judíos no sionistas, personas de todas las razas y colores que estamos saliendo a las calles exigiendo paz y justicia en Palestina.