Récords

Verano de récords dicen, y los medios de comunicación hablan y no paran de la cantidad de personas que, desde el mes de junio, estuvieron presentes en los mil y un festejos y actividades que se celebraron a lo largo y ancho de la geografía asturiana como igualmente ha sucedido en todo el territorio español.

De todas maneras no es de la participación masiva de personas en los acontecimientos lúdicos si no de otro tipo de récord, del que se habla menos, pero que sin embargo también se bate cada poco y tiene, además, una repercusión incontestable sobre el conjunto de la población, me estoy refiriendo a la depresión y a los ataques de ansiedad.

Según informes de la Organización Mundial de la Salud, 300 millones de personas se ven afectadas por estas enfermedades, en España son alrededor de un 5%, más de dos millones, y en Asturias se ostenta el récord de ser la región con más pacientes a partir de los 55 años ya que un 20% de quienes tienen una edad comprendida entre esos y los 75 años sufre de depresión. Son estos datos, que parecen imparables, los que antes se presentaban como un problema individual que ha pasado, ahora, a ser un problema social de primer orden. No deja de llamar la atención, entonces, la contradicción entre la multitudinaria alegría colectiva que bate récords y la enfermedad cada vez más numerosa que también bate los suyos.

En fin, esta es la sociedad actual que vamos construyendo, poco que decir entonces.