Del ómnibus al autobús

El miércoles de la pasada semana el gobierno de España llevaba al Parlamento un decreto ómnibus con una serie de medidas que fue rechazado por tres partidos que, juntando sus votos, constituyen la mayoría en el congreso.

La no aprobación de dichas medidas, especialmente las de carácter social, llenó de zozobra a millones de familias que conocieron ese día que su pensión no iba a disfrutar de la subida, previamente, dada a conocer, que la reducción del precio del billete del autobús desaparecía y que las personas afectadas por la dana de Valencia no podrían contar con las ayudas de las que se había hablado.

Menos de una semana después, tras el acuerdo del PSOE con uno de los partidos que en su día no les dio su voto y, ahora sí lo hace, esas medidas vuelven a la casilla de salida.

Quiero dejar claro que, en mi opinión, no todas las personas que se dedican a la política son iguales, ni los buenos están en un lado y los malos en otro, pero cada día que pasa tengo menos dudas de que cuanto más 'alta política' es la que realizan más baja es la catadura moral de quienes la hacen y que lamentablemente, no es el bienestar de la población lo que los mueve, sino el tacticismo electoral.

Es muy posible, entonces, que todos ellos necesiten hablar menos de ómnibus y viajar más en autobús urbano conociendo, de primera mano, cuál es el precio del billete. No se resolverá el problema, pero seguro que algo ayudará.