Insulto

Si bien el silencio ensordecedor que acompaña esas cifras escandalosas no deja de llamar la atención tampoco deja de hacerlo cuando un silencio no menos estruendoso se apodera de la sociedad a la hora de hablar de la pobreza en este país que, igual que ocurre con la banca, aumenta cada trimestre. A día de hoy más de trece millones de personas están en riesgo de pobreza en España, lo que significa un 28% de sus habitantes y en esa misma situación se encuentran una de cada cuatro personas que viven en Asturias. Si me parece un insulto la acumulación desmedida de beneficios por parte de la banca también me parece un insulto el empobrecimiento de una parte tan importante de la población.

Durante años, economistas y «expertos» hablaron de una clase media que nunca existió ya que se trata de la parte de la clase obrera que cobra salarios más altos lo que, ayudados por profesionales de la mentira, les lleva a pensar que están un peldaño por encima que otras personas de su mismo estamento social. Una vez más la utilización tramposa del lenguaje por parte de los dueños del sistema, y de sus acólitos, convencen a la sociedad de algo que no es cierto pero el maquillaje y los fuegos de artificio transforman la noche y el brillo efímero opaca la oscuridad en la que sobreviven tantas personas, y así nos va.