Las candelas

En los últimos años, se ha venido produciendo una homogeneización en las ciudades que hace que barrios enteros sean prácticamente iguales, ya que el tipo de construcción de los edificios, el trazado de las calles o el diseño de los parques (cuando los hay) y de las plazas se diferencian muy poco.

Pero no solamente ha sido la uniformidad a la hora de ampliar las ciudades lo que ha ido restándoles personalidad, sino que la desaparición de negocios emblemáticos ha ido llevando a la ciudadanía a un desapego con lo que había sido siempre el sitio en el que hundieron sus raíces.

Asturias no ha sido ajena a esta nueva realidad y desde las ciudades más pobladas a los pueblos menos habitados los establecimientos desaparecidos pueden contarse por centenares.

Ahora le toca el turno a Las Candelas, un negocio de hostelería situado en Gijón, pero que fue un referente para toda Asturias. En ese sentido, recuerdo estar cenando y en la mesa de al lado dos jóvenes de Oviedo, que acabarían convirtiéndose uno de ellos en uno de los notarios más significativos de la capital y el otro en un abogado que llegaría a ser alcalde de la ciudad.

También desde las cuencas llegaban a Las Candelas algunos de los mineros dirigentes, entonces, de las clandestinas CC OO y que encontraban, como mis amigos y yo mismo, un lugar diferente en el que aprendimos a comer pasta, fondue y, especialmente, la pizza.

Era un lugar para todo el mundo, en el que además de la calidad de los productos destacaba la calidez de quienes regentaban el negocio.

Ayer me senté por última vez en Las Candelas a comer una pizza y tengo que decir que, al despedirme, me embargó la emoción.

Gracias por tanto a Las Candelas, porque durante más de medio siglo formasteis parte de la historia de Gijón y de Asturias, que no es poco.