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El Leviatán impotente

El Estado se pone la dentadura postiza para devorar a quien se le antoje

Martes, 5 de noviembre 2024, 01:00

Un día, la hacienda alemana le puso la proa a la premio Nobel de Literatura austriaca Elfriede Jelinek. ¿El motivo? La escritora tenía una casa en Baviera que las autoridades fiscales germanas consideraron su residencia habitual, lo que permitía hincarle el diente a su renta ... mundial, oportunamente acrecida por efecto del galardón sueco. El procedimiento acabó archivado, gracias a que la autora pudo demostrar que su centro vital y de intereses lo tenía en su país natal. Antes de eso, sin embargo, el Estado alemán allanó su casa, le requisó sus papeles e incluso vació de sus ordenadores sus textos literarios no publicados.

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