El gol se hizo de rogar y el Sporting ganó con excesivo sufrimiento. El colista se le atragantó a los rojiblancos desde el primer momento. El equipo de Gallego dio imagen de confianza cuando había tiempo por delante. Luego llegaron las prisas. Hubo momentos aceptables, ... con ocasiones para haber marcado, pero faltó precisión.
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La falta de acierto se pagó demasiado. El Sporting creó ocasiones de remate para haber encauzado el partido sin muchos problemas, pero el ritmo cansino del colista contagió por fases a los locales.
El primer tiempo fue más anodino. Tras el descanso agradó más el Sporting, dentro de la desesperación que provocaba el marcador sin goles, hasta que llegó un error defensivo de Hugo Fraile que aprovechó con fortuna Djuka. Fue la misma suerte que le faltó antes, tanto al serbio, como a Aitor.
Salvo un par de acciones, la defensa gijonesa tuvo un partido relativamente tranquilo, aunque en algunos momentos hubo angustias innecesarias por pérdidas de balón, con exceso de confianza y demasiada lentitud. Gragera no empezó bien, Pedro tardó en encontrarse y Villalba sufrió un severo marcaje. El gol cambió la panorámica del encuentro. El triunfo y el liderato maquillan todo lo que no agradó. En la rula no se pregunta.
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