Asalvo la quinta de Guimarán, ya muy transformada, donde Leopoldo Alas veraneaba, apenas quedan restos de los inmuebles de Asturias en los que vivió el escritor y parece oportuno, hoy 13 de junio, aniversario de su muerte, repasar con alguna fotografía, los edificios en que ... transcurrió su vida desde que regresó, ya como catedrático universitario, a la tierra de sus padres.
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Recién casado, tras su experiencia como docente zaragozano y un viaje de novios –y periodístico– por Andalucía, Clarín se instala en 1883 con su esposa –Onofre García-Argüelles– en el número 34 de la calle Uría de Oviedo, edificio que, como tantos, no resistió los embates revolucionarios de 1934. Al poco de instalarse allí, nacerá su primogénito, Leopoldo, aunque vendrá al mundo en la calle Oscura, en casa de la abuela materna. Ricardo Labra ha recordado, poéticamente, que escribía 'La Regenta' a la par que acunaba a su hijo. En 1886, la familia reside ya en la novísima –y soberbia– casa mandada construir por don Anselmo González del Valle en la calle Campomanes nº 1, esquina con la actual Leopoldo Alas. Desgraciadamente, dicho inmueble fue demolido coincidiendo con el fin del Régimen pasado. Muchos lo conocimos y allí nacieron, al poco tiempo, su hijo Adolfo y, en 1890, su única hija, Elisa.
En esa casa habitará hasta trasladarse, a mediados de mayo de 1901, un mes antes de su muerte, a una casa con pequeño jardín en Fuente del Prado, 3, creyendo que el cambio mejoraría su salud. No fue así y, tras un viaje a León, falleció a las cuatro semanas de la mudanza. De la casa, cuyas fotografías aporto aquí (a salvo una más amplia explicación), algo sabíamos por Adolfo Posada y, sobre todo, por Fernando Vela, amigo de los hijos y testigo presencial de aquel momento triste, que recordó siempre junto a la magnolia del jardín. Mi familia sí sabía que se trataba de lo que hoy llamaríamos casa pareada, ya que, haciendo ángulo, en la gemela, vivía, con su familia, Socorro, la hermana de Onofre; madre del médico y político Alfredo Martínez.
Puede verse la casa cuando estaba habitada y el inmueble destrozado por la guerra civil, frente a las Escuelas Blancas, levantadas en 1913. Aún se advierte la magnolia, superviviente de la tragedia. Un grupo de amigos de Alas, encabezados por Aniceto Sela, inició, en un acto en Gijón, una cuestación para adquirir la casa para la viuda e hijos de Clarín. Tan generosa iniciativa, sin embargo, no llegaría a cristalizar.
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