Secciones
Servicios
Destacamos
La llegada del Grupo Quirón Salud a la ciudad, con la construcción de un hospital en el barrio de Nuevo Gijón, no fue recibida con ... el entusiasmo que, en mi modesta opinión, se merece. Sé que a muchos no les gustará leer esto, pero criticar que Gijón vaya a contar con un potentísimo centro sanitario privado es quedarse anclado en tiempos pasados.
La medicina privada 'per se' no debilita ni parasita a la pública, como hemos oído estos días en el debate político generado en torno a la operación urbanística que permitirá iniciar en 2025 las obras de Quirón. Un claro ejemplo de que ese argumento es literalmente falso lo tenemos muy cerca, en Oviedo, donde desde hace décadas conviven perfectamente el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) –buque insignia de la medicina pública– y el Centro Médico –el mayor referente de la privada en la región–.
Lo que debemos hacer es exigir que la sanidad pública mejore su calidad asistencial, reduzca las esperas, agilice las citas en los centros de salud y las derivaciones a los especialistas. Tal vez así no tantos 'huirían' a las privadas. Pero, poner piedras a una inversión de 50 millones y a la creación de 300 puestos de trabajo en Gijón, insisto, es no estar donde hay que estar. La privada no es satanás. Nunca lo fue.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.