Secciones
Servicios
Destacamos
Durante la década de los ochenta y parte de los noventa, Gijón fue escenario de una larga y estoica lucha de los trabajadores de Naval ... Gijón por conservar la vida de su astillero. La protesta tomaba las calles cada semana y la ciudad, solidaria como pocas, supo incorporarla de a poco a su rutina. Así, cada mañana de martes y jueves, Gijón arrancaba el día oliendo a neumático quemado y latiendo al ritmo de las sirenas de las 'furgos' policiales. Y en esos días, sabíamos por dónde no debíamos pasar ni en coche ni caminando si andábamos con algo de prisa. Más de una vez nos tocó esperar a que retornara la calma para poder cruzar al otro lado de la avenida o de la calle. De hecho, el entonces cruce para llegar a El Natahoyo permaneció semanas cortado por un camión colgado de una grúa a modo de 'advertencia'. ¡Qué tiempos!
Pero la lucha callejera tuvo un final amargo y en 2009 Naval Gijón echó el cierre. Esa durísima reconversión industrial inspiró a Fernando León de Aranoa para rodar su 'Lunes al sol'. Todos estos recuerdos me vinieron a la memoria este jueves cuando el Ayuntamiento firmó, por fin, la compra de los terrenos del desaparecido astillero por 4,6 millones de euros. Ahora, toca devolver a esta castigada zona la dignidad que tuvo cuando allí también se construían barcos. Si logramos convertir Naval Azul en un auténtico polo de innovación y de empresas vinculadas a la mar, a lo mejor –y solo digo a lo mejor– la lucha de Naval Gijón habrá tenido sentido.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.