Hubo que esperar algunos años, casi diría que lustros, para que al Hospital de Cabueñes le llegara su momento de modernización. Durante mucho tiempo, me ... consta, la prioridad en la sanidad pública asturiana fue la construcción, traslado y puesta en marcha del nuevo HUCA. No había proyecto e inversión que lograra hacerle sombra a La Cadellada. El HUCA lo fagocitaba todo, obligando a aparcar proyectos importantes. Afortunadamente, transcurrida una década desde la apertura del complejo hospitalario y una vez que el buque insignia de la sanidad cogió velocidad de crucero –sorteando algún que otro 'iceberg' inicial–, Cabueñes parece tener por fin su oportunidad de resarcirse.
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La ampliación prevista en la antigua Residencia, que ya peina canas (empezó a funcionar el 7 de agosto de 1968), dejará en Gijón un gran hospital en cuya equipación tecnológica se prevé invertir 50 millones de euros. Una vez concluida la obra en su totalidad (hablamos de un horizonte de al menos otros diez o quince años), el nuevo Cabueñes ocupará en superficie casi tanto como el HUCA. Será un 'hospitalón'. Un 'hospitalón' donde también se proyecta reformar las actuales habitaciones totalmente viejunas. Sería interesante que durante todo este proceso, fundamental para atender en condiciones a la salud de los gijoneses, no nos olvidemos del día a día, porque de poco sirve un 'hospitalón' si tenemos que aguardar medio año para una consulta con el especialista.
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