1 de julio de 2018
A LA ÚLTIMA ·
Huí de una profesión durísima porque encontré la felicidad en otro oficio, tengo esa fecha grabada. ¿Y usted, señora Monasterio? ¿Cómo es que no se acuerda?Alba Carballal
Viernes, 1 de noviembre 2019, 00:11
Secciones
Servicios
Destacamos
A LA ÚLTIMA ·
Huí de una profesión durísima porque encontré la felicidad en otro oficio, tengo esa fecha grabada. ¿Y usted, señora Monasterio? ¿Cómo es que no se acuerda?Alba Carballal
Viernes, 1 de noviembre 2019, 00:11
Yo sí recuerdo cuando terminé Arquitectura. Me acuerdo de que aproveché la ropa que había comprado para la boda de una amiga porque esa semana no tuve ni media hora para salir a buscar algo 'ad hoc'. Así que allí me planté, de amarillo: ni ... supersticiones ni gaitas. El día de la defensa fui tan cansada que ni siquiera estaba nerviosa. Mi amiga Alicia, sin embargo, estaba espídica, colérica, frenética: no conozco droga más estimulante que un proyecto de fin de carrera propuesto para matrícula de honor. Aquel día hizo un calor digno de la mazmorra final del Mario Bros. Tuve la sensación de que la meteorología nos estaba lanzando un aviso: os habéis pasado el juego, pero al último monstruo sólo se le vence sudando. Nunca en mi vida, jamás, he sentido un alivio comparable. Algunas noches todavía sueño que no he terminado, que me obligan a repetir el proyecto, que por un error administrativo nunca llegué a aprobar Estructuras III, que mi título no es válido: juro que prefiero soñar con un chapuzón en una piscina llena de serpientes.
El lector podría pensar que tengo una memoria prodigiosa, pero resulta que también recuerdan ese día todos los arquitectos que conozco: quienes tuvieron que emigrar para tener un sueldo digno; los que trabajan en un estudio como falsos autónomos por una miseria; la que se puso por su cuenta, ella sola, y mientras espera a que le salga algún encargo dibuja para otros; el que está en Estados Unidos con una beca imposible de conseguir; la que curra de camarera en un garito de 'stand-up'; la que hace catálogos de muebles; los que se presentan con ilusión a concursos que casi siempre ganan los mismos. También yo, la excepción de las excepciones, que huí de una profesión durísima porque encontré la felicidad en otro oficio, tengo esa fecha grabada. ¿Y usted, señora Monasterio? ¿Cómo es que no se acuerda?
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.