Secciones
Servicios
Destacamos
Los trenes a, y desde Madrid se siguen retrasando, y las medidas acordadas para atenuar los efectos del desastre no hacen más que acentuar la ... nefasta gestión y falta de anticipación ante los problemas en las que han incurrido tanto el Ministerio de Transportes como el Gobierno del Principado. Vamos por partes:
La primera gran medida anunciada para compensar el fiasco ferroviario consiste en bonificar los billetes de alta velocidad entre Gijón y Madrid, otorgando a esta conexión el estatus de Obligación de Servicio Público. Pero no deja de resultar sorprendente que este arreglo se proponga ahora, cuando hace años (décadas para ser exactos) que el Principado y el Ministerio de Transportes sabían que esta sería una conexión que Renfe explotaría en monopolio, al no ser posible contar con una competencia que favoreciese la reducción del precio del billete. Nunca es tarde si la dicha es buena, pero es injustificable que se quiera hacer pasar como un dividendo para Asturias lo que no es más que otro tiro por la culata. Con o sin retrasos, de haberse hecho una gestión correcta (o de haberla reclamado a tiempo), los asturianos podrían estar beneficiándose ya de unos precios más bajos por sus billetes de tren a Madrid.
Y como si no lloviera sobre mojado, la otra gran contrapartida que se ofrece es la ejecución de obras de mejora en las estaciones de cercanías. Dicho de otro modo, después de décadas de abandono, que el Ministerio de Transporte se haga finalmente cargo de sus propias competencias en la región se plantea como un esfuerzo excepcional.
No nos engañemos, el fondo del asunto consiste en que llega un momento en el que la desidia, la conveniencia, la connivencia, y peor aún, la incompetencia, acaban pasando su inevitable factura. Si los problemas se acumulan, se solapan y se hacen eternos, es porque a todo el mundo (y en este caso todo el mundo es el Gobierno de España y el Principado) le ha convenido mirar para otro lado y dejar que los asuntos pendientes se fueran guisando en su propia salsa. Y así, nos topamos con el episodio berlanguiano de los trenes de cercanías que no cabían en los túneles. Da igual que se ponga el grito en el cielo y se exijan dimisiones a posteriori, lo indignante es que semejante desatino haya llegado a producirse.
Una nota final: si tanto el Principado como el Ministerio de Transportes están en fuera de juego, dada la gravedad e importancia de este asunto también hay que preguntarse a qué dedica su tiempo la oposición política en Asturias. A este respecto, sólo la patronal y medios como EL COMERCIO están donde les corresponde, y esa es muy poca contestación para tanto despropósito. Otra razón, nada desdeñable, por la que nos va como nos va.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.