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El acuerdo de colaboración entre el PP y Foro entró en el debate de la Junta General del Principado, introducido por Adrián Barbón. El presidente ... del Gobierno asturiano optó por un discurso informal, con referencias humorísticas, que puede gustar a los grupos parlamentarios afines, pero no permite hacer una crítica sólida. La excepción estuvo en el cara a cara con Adrián Pumares, que durante años fue tan proclive a entenderse con el Partido Popular como con el PSOE. Barbón tiene suficiente experiencia política para saber que el voto de Pumares tiene un valor cualitativo para los intereses del Gobierno de coalición (desde una perspectiva cuantitativa no aporta nada, ya que las tres formaciones de izquierda, solas, tienen la mayoría absoluta en la Cámara).
El pasado domingo, tras la presentación del acuerdo por Álvaro Queipo y Adrián Pumares, tuve la ocasión de escribir que para la oposición (centro-derecha y Vox) no supone un cambio sustantivo, pero para el presidente del Principado, sí. Es más lo que pierde Barbón al alejarse el diputado de Foro, que lo que gana el Partido Popular al contar explícitamente con su voto, cuando rara vez discrepaba. En cualquier acuerdo, como el que hubo en torno al presupuesto del Principado en el primer año de la legislatura, el apoyo de Foro permitía al presidente presumir de liderar una mayoría absoluta transversal. En estos tiempos de bloques antagónicos, los acuerdos transversales permiten al muñidor de los pactos adquirir la vitola de estadista.
Barbón increpó a Pumares: ¿Por qué renuncia a ser una fuerza útil? El diputado del grupo mixto no decide mayorías en este mandato. ¿A qué tipo de utilidad se refiere el presidente del Principado? A pactar mejoras para los concejos gobernados por Foro. Gijón, por ejemplo. Siendo una vía posible, la experiencia demuestra que no sirvió para obtener frutos. Barbón planteó el dilema: ¿Es mejor para Foro mantener su personalidad política o convertirse en un satélite? En el caso de Foro, es tal la descapitalización que ha sufrido con tantas derrotas electorales, que hace tiempo que orbita en torno al PP o el PSOE. Carece de masa crítica (votos, representación institucional) para reinventarse.
El líder del PP, Álvaro Queipo, supo leer la coyuntura y reunificar el centro-derecha. Tenemos dos datos para las próximas elecciones: Barbón y Queipo serán candidatos a presidir el Principado y a la derecha del PSOE solo habrá dos candidaturas.
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