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Tiruliruliru

Desde el paleolítico a las mujeres se las ha ido reduciendo a cosa, algo que el misógino conde duque de Olivares resumía al afirmar que «el oficio de la mujer es parir», y de ahí su postergación y marginación

Martes, 1 de octubre 2024, 02:00

El hombre aprende de niño a cosificar a las mujeres. Lo hace sin querer, pues suele documentarse en la subcultura de la calle. Por eso de pequeños, sin el menor atisbo de mala conciencia, los chicos cantan «Tiruliruliru mató a la muyer, metiola en un ... sacu y llevola a vender, y el que la mercó pensó que era un cochinu, y era la muyer del Tiruliruliru». Por eso mismo los niños gallegos cantan que «Manolo Pirolo matou á muller, con siete coitelos e un alfiler, metiola nun saco, levoula a vender. ¿Quén quere chourizos da miña muller?». La cosa es que desde la infancia se asimila que la violación o asesinato de la mujer es algo menor, incluso gracioso, porque ellas, gente de segunda división, se lo tienen merecido.

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