Secciones
Servicios
Destacamos
No es que ahora haya más noticias malas que antaño. Es que ahora hay tantos canales a mano, y tantos mensajeros empeñados en dar la exclusiva, que estamos como en un mirador y nos entra de todo. ¿Que un paisano acuchilla a su mujer, o ... que otro en Peñamellera mutila con la radial a su cuñado para emular a Bin Laden? ¿Que mueren Caritina y cuarenta mil palestinos? Pues por saturación metemos a todos en el mismo saco y… Ni caso.
En el mundo no hay hoy más desgracias o alegrías que antes. Lo que ocurre es que las noticias llegan ahora en torrente, con más caudal, veracidad y rapidez. Y claro, hay quien no digiere bien esa avalancha informativa, a la que a veces se agregan novedades falsas e interesadas. Y por eso la gente se confunde y distancia. ¿Ochenta mujeres indias son violadas o asesinadas en India al día? Bah, en India… También están el imbécil de entendederas averiadas, o el discapacitado de cerebro talibán, que se suele contagiar con el activismo idiota y conductual de los peores del telediario, como le ocurrió a ese memo manchego que acuchilló a un niño de once años en Mocejón. O ese sirio que degolló a inocentes ciudadanos alemanes para imitar a los guerreros de la yihad y ponérselo fácil a los neonazis. Hay un batallón de memos de conducta imitativa, propia del tik tok, que por adquirir fama y abrirse un hueco en la historia negra ansían remedar la violencia de los malos. Son gente delirante, sí, pero que proporciona alas y justificación a otros peores y más listos.
Si todo en esta vida fuera el contar la historia menor de la bragueta de Álvaro Escassi, la reacción del fanático de turno no pasaría de algún mensajito tuitero, agrio o soez. Lo malo es que tras la belleza de lo sencillo y de lo simple, también pululan bandas de cretinos que acechan lo limpio para ensuciarlo con espráis cargados de porquería colorante. No quiero ni pensar en que dejaran suelto en la cueva de Altamira a ese mentecato que inscribe con aerosol su enmierdada rúbrica encima de las 'Monas Lisas', o las paredes de un monumento. Piensen también en esos turistas holandeses, o en ingleses de Magaluf, que de habitual destrozan hoteles por reproducir la nefasta actividad de los Oasis o ídolos similares. Parece mentira, pero hoy el mejor ejemplo a seguir ha venido dado por Santiago Abascal, un político que ha viajado a Covadonga con su segunda mujer, Lidia Bedman, para presentar ante la Santina, la Virgen de Covadonga, a su quinto hijo, a Hernán Abascal, su tercer hijo con su segunda mujer. Ese sí que es un ciudadano sin tacha.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.