Damnatio memoriae

Para que se entienda mejor, ahí va un ejemplo claro. En la actual Alemania se comienzan a armar algunos grupos filonazis, como los que de una paliza mandaron al hospital a Matthias Ecke, candidato socialdemócrata de Sajonia. Si tales cuadrillas de desmemoriados tocaran escaño, ¿se repetirían aquellas 'noches de cristales rotos' que precedieron al arribo al poder de un Hitler con campos de exterminio en el programa? Baste recordar que en la Alemania actual habita un numeroso grupo, objetivo de futuras palizas racistas y xenófobas, de más de tres millones de turcos, en su mayoría islamistas. Por eso será una buena idea seguir la pista a la evolución de tal comportamiento colectivo, y ver en qué termina. Como lo será también observar si en la Italia actual se despliega la efervescencia neomussoliniana, ya que la Meloni, por imitación a sus antepasados, mira para otro lado y sostiene de hecho una camuflada 'condanna della memoria'.

La 'damnatio memoriae' puede ser el preludio de una 'damnatio vitae' cuando se utilizan hechos concretos para ponerlos al servicio de las ideas de algún grupo agresivo. Es sabido que la historia es un Pepito Grillo, al que hay que acallar para repetir sus capítulos criminales sin escrúpulos filantrópicos. Y sin que la masa inconsciente ponga demasiadas objeciones, que hoy ya se ven negros del Kukuxklán y judíos con esvástica en la camiseta. La desmemoria es la herramienta mental preferida por el demagogo, que omite cuanto le molesta, y ensalza cuanto le aprovecha, a sabiendas de que la razón es selectiva, y por lo tanto, irracional.