Abstención y abstinencia

La ideología es pues un 'credo' que suple a las ideas lógicas y a los argumentos de razón. Por eso quien cree no necesita pensar, y a la hora de decidir su futuro en una urna puede salir por peteneras y votar a quien le hará daño, que fe es creer en lo que no vimos y ahí me las den todas. El mejor referente de ello es ese terraplanista que se niega a mirar por el telescopio. ¿Acaso creen que quienes auparon al trono a Hitler o a Mussolini preveían el trágico final de la cosa? Quienes facilitaron la llegada de Milei a la Casa Rosada con su abstención, ¿son los mismos que hoy alborotan en las calles porque sufren ayunos y abstinencias debidos a la ausencia del benéfico Papá Estado?

Esto de la democracia tiene su intríngulis, pues también la habitan huelguistas de voto, abstencionistas para entendernos, que aunque vean llegar el infierno, dicen que es una película y se lavan las manos. Y luego están quienes sustentan a partidos que predican la caza del emigrante y del 'mena'. ¿Acaso no han visto reflejado e incluido en su voto aquel funesto holocausto ocurrido en la Alemania nazi de arios cazajudíos?

La ideología explica por qué a menudo salen de la urna imbéciles con diplomatura, o ladrones del estilo de los de aquel rebaño de ranas podridas, recuerden a los Granados, López Viejo y cía. que vegetaron a la sombra de la Aguirre. O del estilo de esos piadosos mentecatos que se agrupaban a las puertas de Ferraz, sede del PSOE, para rezar un contradictorio rosario que ruega a su dios 'perdónanos nuestras deudas así como nosotros ¿perdonamos? a nuestros deudores'.

Está visto que quien tiene fe no atiende a razones, y con su ideología de préstamo se desenvuelve en la sinrazón como pez en el agua. Por eso hay 'voxeros' negros racistas, judíos con esvásticas en la camiseta, o mujeres iraníes que vitorean a crueles ayatolás que vendan y vedan con paños negros sus pecaminosas formas femeninas.

Y por eso en algunas elecciones, a menudo no gana quien decide el buen votante crítico, sino que por el contrario gana quien es elegido por culpa y mediante la abstención de algunos abstinentes omisos. Que así somos los humanos.