Carta a los Reyes Magos 2024

Majestad Rey Gaspar: No paséis con prisas por Gaza y Palestina, quedaros tiempo y contad las lágrimas. Que la sotana no esconda la mano. Que no te coman la dama en la tercera jugada. Que tu círculo no sea estrictamente íntimo. Que tu pena no sea más grande que un ciclón. Que en los hospitales se prohíban las listas de espera. Más psicólogos y menos cárceles. Que no te estafen 'on line'. Que nos acostumbremos a las mascarillas. Oscars para Oppenheimer. Que no se te detenga el mundo por un diagnóstico de cáncer. Que los trenes no creen aldeas perdidas. Que Miguel Barrero escriba el dialogo entre Joyce y Proust y que dure tres meses la Semana Negra. Que a la cajera del súper no se le rompa el amor (de tanto usarlo). Que nos traigan este poema de Alberti: «El diablo hocicudo, ojipelambrudo, cornicapricudo, pernicolimbrudo y rabudo, zorrea, pajarea, mosquicojonea, humea, ventea, peditrompetea por un embudo». Que los obreros no salgan de casa con los dedos cruzados. Que la banca no juegue con dados cargados. Que Lorca siga rompiendo el silencio. Que siga haciendo falta viajar para conocer el mundo, aunque las ciudades europeas comiencen a parecerse tanto. Que las únicas noches insomnes del 2024 sean las de Elizabeth Hardwick. Que ni Warhol piense que lo mejor de Oviedo sea el Starbucks. Un salario mínimo universal. Mucha paciencia y más democracia para los votantes. Que el cuélebre no nos secuestre los niños. Que nos dejen sentarnos en primera clase, aunque sólo sea por unas horas. Fármacos psicodélicos para los enfermos que lo necesiten. Y que la geografía no signifique destino.

Alteza Rey Baltasar: Que mas gente tome la 'píldora roja de Matrix'. Que no caigamos en el cosmopaletismo. Que si se muere tu madre no dudes sobre si fue hoy, ayer o anteayer. Que hables con tus muertos y que te visiten en tus sueños. Que se cure Paul Auster (de su cáncer). Que todos los Collins del mundo hagan caso a Joaquín Pajarón y pisen la Luna. Que se pueda adelgazar sin ozempic. Eliminar el vocablo 'feminazi'. Que el 'Hormiguero' sea menos heteronormativo. Que no nos entierren con cuentos de Xanas. Que ninguna abusada espere a la salida de la cárcel. El Molinón sede del Mundial. Que los políticos frieguen escaleras un día por semana. Esta frase de Haruki Murakami: «El mundo esta plagado de piedras preciosas en bruto tan atractivas como misteriosas». Que los emigrantes no curren tan lejos. Techo y trabajo para quienes no lo tengan. Que no haga falta inteligencia artificial para suplir la falta de la natural. Que el algoritmo se nutra de la intuición y el instinto. Que los robots no pidan a Dios paciencia. Que callar no te salve la vida. Otro Mayo del 68. Que el trasgu esconda las bombas. Que Asturias no tenga que jugársela otra vez. Que la trinemia se acabe y que haya vacunas para los adultos contra el virus sincitial respiratorio. Que Rafael Nadal se haga más eterno. Que tu sobrino deslumbre en su Tesla. Y que sea menos duro ser mujer.

Más allá del cliché, y agradeciéndoles la excusa y la oportunidad para reflexionar, me gustaría solicitar, Majestades, que trajeran a los guajes y rapacinas asturianos un juguete extra ¡Bien merecido lo tienen! Y a las paisanas y paisanos, que no les llegue lo que más quieren sino lo que más necesitan. Y como cada año también pediría que en el 2024 no triunfen los de siempre y que los buenos, si es imposible que ganen, al menos que empaten.