Secciones
Servicios
Destacamos
Hace bien Sánchez en recordarnos que vivimos en un país de cuento de hadas donde solo hay dos bandos que se disputan el poder. El partido del bulo, los malos, y el partido del BOE, los buenos. Con esta fabulilla infantil se aclara el panorama ... y se despeja el horizonte electoral, como pretende Tezanos. Lo que no es BOE es bulo. Lo que no es bulo es BOE. El Boletín Oficial del Estado recupera así su magia ancestral y vuelve a maravillarnos.
Antes el BOE era la expresión básica de la maquinaria estatal en su funcionamiento cotidiano, hoy es el instrumento de la voluntad de poder de un personaje inescrutable y su texto retorcido nos invita a la interpretación y el análisis, la especulación y hasta la adivinación. Cada ley y cada decreto, cada párrafo y cada errata, deben ser leídos con la paciencia del cabalista que calibra el valor de las palabras y las letras, su sentido alegórico y también su designio místico. El gobierno de Sánchez ha retribuido al BOE, es cierto, el aura intrigante y el vértigo intelectual de las antiguas lecturas sagradas, la fascinación de los viejos rollos y pergaminos. Todo participa del mismo misterio medieval. Lo que no es BOE es ruido tendencioso, rumor propagado por los facinerosos para dañar la reputación presidencial.
Esto deja en mal lugar a la prensa y, sobre todo, al único diario nacional que aspira, por motivos financieros, a convertirse en el Boletín Oficial del bulo de signo contrario. Repitiendo gestas del pasado, ese medio vuelve ahora, con nuevos recursos, a ejecutar su misión imposible. Sembrar la duda y la desinformación en un momento crítico para el gobierno, colaborar en su perpetuación y apoyarlo en la resistencia enconada contra el imperio de la verdad y la justicia. A veces estas dos van juntas y a veces no. En este caso, sin embargo, ya se trate de Aldama o de la dama de la que todo el mundo habla, la cosa pinta cada día peor para el dueño del BOE, acosado por las fauces del bulo feroz.
La ineptitud de la oposición y la ceguera de los votantes no lo explican todo. Nuestra cultura democrática es deficiente. La historia española vive ahora un episodio culminante en que la picaresca y el esperpento, grandes tradiciones nacionales, se están fusionado como corporaciones bancarias para expandir su poder y multiplicar sus beneficios. A ver si entre las luces, los belenes, los turrones y la lotería, los españolitos despabilan de su sueño secular y aprenden de una vez a salir de pobres. Mis mejores deseos para 2025.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.