Esta Semana Santa se van a producir más de 16 millones de desplazamientos en automóvil. Los vehículos particulares siguen siendo la principal elección de movilidad entre el público por la libertad de movimiento que ello supone. Además de las precauciones básicas de mantenimiento del vehículo, ... como revisión de neumáticos, frenos, sistemas eléctrico y niveles de líquidos, es muy importante a la hora de ponernos al volante planificar el viaje con anterioridad y, en la medida de lo posible, tratar de evitar las horas punta de mayor aglomeración de tráfico en las carreteras.
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Las distracciones siguen siendo el principal motivo de siniestralidad, por tanto, hay que realizar todas las labores previas de infoentretenimiento, navegación y telefonía, antes de iniciar el viaje, y una vez arrancado el motor prestar la máxima atención a la circulación, anticipando situaciones de peligro que puedan suceder con otros usuarios de la vía. Una vez en destino, y en desplazamientos cortos, el riesgo de accidente se duplica, porque se tiende a relajar la atención. Comidas copiosas y bebida, también contribuyen a ello. Las vacaciones son para disfrutarlas y olvidarnos del estrés diario, no vayamos a crearnos problemas añadidos por un mal momento al volante. En definitiva lo importante es volver sin ningún percance.
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