España quedará fuera del grupo de países más poderosos económicamente del planeta. Es decir, fuera de la denominada World Economic League Table, creada por el 'think tank' británico CEBR (Centre for Economics and Business Research) del cual forman parte los 15 países con mayor PIB. ... En el mismo sentido se han pronunciado, también, el FMI y la OCDE.

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Un análisis de los países que formaban el Top 15 en el año 2004 y los que lo forman ahora deja a las claras el rumbo que lleva cada uno. Unos van a más, otros se mantienen, algunos bajan algo y hay dos que van camino del precipicio que son Italia y, sobre todo, España.

En el año 2004 Estados Unidos ocupaba la primera posición, seguida de Japón, Alemania, Reino Unido y Francia. Es decir, en el Top 5 sólo había un país no-occidental y China ocupaba la sexta posición. Entre los ocho primeros había cinco europeos, siendo España la que ocupaba la posición octava. En el intervalo 2006-2030 la clasificación habrá dado un vuelco considerable, siendo China quien lidere la tabla, seguida de Estados Unidos, con India (el futuro líder mundial) en la tercera plaza. En ese momento, en el Top 10 sólo habrá tres europeos (Alemania, Reino Unido y Francia). Es decir, el declive de Europa es cada vez más patente y pasamos de tener 5 dentro de los 8 grandes a contar con sólo 3 dentro de los 10 grandes. El gran ganador es Asia quien además de tener a China, India y Japón en las posiciones primera, tercera y cuarta, contará con una emergente Indonesia en el 11. Estamos asistiendo a un cambio en el reparto del orden económico mundial y en esa nueva mesa España pintará muy poca cosa, migajas y casi ni eso. Hay un nuevo mapa económico mundial y el centro del mundo ya es Asia.

Veamos un análisis por países, comparando su posición en el 2004 y la posición futura a finales de la presente década.

En primer lugar tenemos a Estados Unidos que perderá la primera posición a manos de China en cuanto a PIB global. El gigante yanqui mantiene su poderío, aunque basta con ver a sus dos principales líderes políticos (Biden y Trump) para entender la falta de liderazgo y decadencia del país. En cuanto a Japón, ocupaba la segunda posición y desciende hasta la cuarta. Los nipones representan un mundo que ya no se estila (cumplidores, trabajadores, eficaces, serios…), en una sociedad líquida que se rige con otras reglas más etéreas. Alemania ocupaba la tercera posición y desciende hasta la quinta. Los teutones gozaron de la enorme ventaja de recibir un apoyo ingente de Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial, pero todavía están con la digestión pesada de la reunificación con la Alemania del Este, la llamada 'democrática' (tiene miga el nombre, pero ya dice el proverbio que «dime de qué presumes y te diré de qué careces»).

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Siguiendo con la lista, Reino Unido ocupaba la cuarta plaza y desciende hasta la sexta. Con Brexit o sin él Reino Unido vive a rebufo de tres pilares que son la lengua inglesa que les garantiza infinidad de turistas y ser el eje del mundo financiero y turístico, su cercanía a Estados Unidos y su gran idea de la Commonwealth, o comunidad de países que formaron parte de la corona británica. (España debería de haber hecho algo semejante liderando toda la comunidad hispana, pero ni está ni se le espera, ya que se regocija en su poderoso complejo de culpabilidad). La quinta posición la ocupaba Francia, la cual también pierde dos posiciones pasando a la séptima plaza. A los galos los sostiene ser un estado central (¿Cuántas reivindicaciones hay en el País Vasco francés y en la zona de habla catalana de Francia? Comparen eso con la descentralización extrema de España).

En el año 2004, la sexta posición la ocupaba China que ahora salta a la primera. El gigante amarillo tiene un problema gordo a medio plazo, que es el derivado de aquellos años en los cuales se impuso una política de natalidad muy restrictiva, lo cual generará un gran envejecimiento en un país que tendrá para finales de esta década 1.500 millones de habitantes.

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A continuación vienen los dos grandes fiascos, dos países que son una jaula de grillos insostenible, aunque por distintos motivos. Es decir, Italia y España que ocupaban las posiciones séptima y octava y pasarán a la 12 y a la 16, respectivamente, siendo España el país que se pega el mayor batacazo dentro de la lista del Top 15. España reúne todos los ingredientes para el gran tortazo, como son: Población estancada, economía anquilosada alternando políticas económicas y laborales de corte bolivariano con otras indolentes, desunión, extrema descentralización, gran crispación interna, población muy envejecida, país muy endeudado, gigantesca burocracia pública, etc. La lista podría seguir y ocupar dos páginas más.

En el año 2004 Canadá ocupaba la posición novena y ahora desciende a la décima, mientras que México sufre una gran caída desde el puesto décimo al decimoquinto, víctima de una gran corrupción. En cambio, Corea del Sur sube desde la posición 11 a la novena. Y ahora vienen dos saltos espectaculares como son India, que era la duodécima potencia y pasa a ser la tercera, siendo el líder mundial por población, y Brasil, otra economía emergente, que sube desde la posición decimotercera a la octava. Australia también sube una posición pasando de ser la decimocuarta a la decimotercera y los Países Bajos (antes Holanda) desaparecen del Top 15 y ceden su lugar a la Rusia de Putin.

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La evolución habida en ese tiempo indica el rumbo que lleva el mundo. Europa pierde fuerza a gran velocidad, Estados Unidos se mantiene aunque ya se le discute su hegemonía, Asia ya es el presente y el futuro y hay tres grandes perdedores que son: Italia, México y, sobre todo, España. Pero, como decía aquel optimista locutor de Alcoy, que les conté en otro artículo, en aquel mítico partido entre el Real Madrid y el Alcoyano, cuando el resultado iba 11-1: «Y seguimos dominando». Ese tipo de mensajes sólo tienen sentido en un escenario en el cual la gente no tiene acceso a la verdad, es decir, a la información real. En el caso del fútbol, en aquellos años sólo había radio, y el mensaje manipulado del locutor era la única fuente de información que recibían los aficionados del Alcoyano, los cuales debían de pensar que pese a estar perdiendo por 11 a 1 estaban dominando el partido. Ahora, sí hay televisiones, pero muchas juegan el mismo papel opiáceo que aquel locutor de los años cincuenta. Por eso, aunque seamos el país del Top 15 al cual, con mucha diferencia, peor le hayan ido las cosas en las últimas décadas… Seguimos dominando.

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