Gaspar Meana

España, año 2050

Para entonces, las previsiones apuntan a que en el PIB mundial habremos descendido desde el puesto decimoquinto actual hasta el vigésimo primero. Algo esperable en un país que se preocupa mucho más de repartir que de generar riqueza

La firma 'Capital Economics', con sede en Londres, ha lanzado un pronóstico económico y demográfico para el año 2050 para todos los países, y España no sale muy bien parada en dichas previsiones. Aunque ilustres economistas como Joseph Stiglitz (Indiana, 1943), Premio Nobel de Economía ... del año 2001, critiquen la validez del PIB como medidor del bienestar de una sociedad, sigue siendo un indicador de alta fiabilidad. Digamos que al igual que en matemáticas existe la llamada 'Condición necesaria pero no suficiente', en Economía sucede lo mismo y tener un PIB alto es condición necesaria para que un país sea próspero y haya calidad de vida. Pero no suficiente, ya que hay otros factores (sanidad, seguridad ciudadana, clima, etc.) que pueden hacer que ese PIB alto no garantice el bienestar. La posición de Stiglitz quedó plasmada en un artículo ya mítico, y muy utilizado por quienes quieren torticeramente justificar la mala marcha de un país a nivel económico, titulado 'El fetichismo del PIB'.

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Para el año 2050 las previsiones apuntan a que en el PIB España habrá descendido desde el puesto decimoquinto actual hasta la posición vigésimo primera. Por el camino, se esperan 25 años con un crecimiento que oscilará entre el 0,5% y el 0,7%. Es decir, muy poca cosa, pero esperable en un país que se preocupa mucho más de repartir que de generar riqueza. En ese mismo período, la India y Filipinas crecerán a un ritmo superior al 6% y países africanos como Nigeria y Kenia superarán el 5%. Los países que nos adelantarían en ese tiempo serían Nigeria, Filipinas, Turquía, Vietnam, Indonesia y Bangladesh. En lo más alto estarían China y Estados Unidos, con India en tercera posición. Un caso llamativo es el de Indonesia, que se espera que ascienda vertiginosamente desde la actual posición 16 hasta la quinta.

El PIB de un país depende, sobre todo, de tres factores, que son los siguientes:

1. Productividad. España se espera que se mueva hasta el año 2050 en el intervalo (0,4%-0,9%). El resto de la Europa occidental tampoco está para tirar cohetes, mientras que Estados Unidos tendrá una media del 2%, Marruecos (un país con un potencial enorme) se moverá en el intervalo 3,5%-4,5% y la India entre el 4% y el 5%. El caso de China es una incógnita.

2. Tasa de Empleo. Es decir, el cociente entre el número total de personas ocupadas y la población mayor de 16 años. Alemania tiene una tasa superior al 80%, mientras que España está sólo en el 69%, una de las más bajas de todo el mundo desarrollado. En este campo hay muchísimo margen de mejora si se adoptan políticas educativas estables, no dogmáticas y con efecto placebo para el alumno. Es decir, habría que enfocarlas a la utilidad para la vida real del alumno. También serían necesarios cambios muy profundos en materia de legislación laboral. En ambos casos vamos en la dirección contraria y acelerando.

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3. La demografía. La situación de España en este apartado es dramática. Tenemos una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo, se potencian políticas antinatalidad en lugar de fomentar la natalidad, la pirámide poblacional invertida asusta a cualquiera que tenga un dedo de frente y se espera una reducción de la población de al menos un 10% para el año 2050. Pero, es que, además, el porcentaje de ancianos será abrumador, lo que hará insostenible el sistema sanitario y las pensiones. En dicho año 2050 se espera que la India sea el país más poblado del mundo, con más de 1.700 millones de habitantes, y Nigeria, Angola y Kenia duplicarán su población. Además, estos países africanos y asiáticos tendrán una población joven en edad de producir. La gran incógnita será China, ya que el gigante amarillo está empezando a pagar cara su política de control de natalidad seguida hace tiempo y su pirámide poblacional está ya envejecida.

Si analizamos el PIB per-cápita, para dicho año Holanda duplicará a España, Israel tendrá un 140% más que nosotros. Polonia también nos habrá adelantado con claridad y respecto a Estados Unidos, nos aventajará en un 200%.

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Las tres variables sobre las que habría que actuar para reconducir una situación que traza sombríos pronósticos para España de cara al año 2050 requieren políticas económicas con una visión de largo plazo, algo totalmente diferente de lo que impera, ya que lo único que cuenta son las encuestas de las próximas elecciones que en cada momento se realicen.

Cuando llegue el año 2050, es probable que en Gijón sigamos debatiendo sobre el paseo del Muro, que estemos esperando los nuevos planos y plazos de la estación ferroviaria, que el AVE no haya llegado aún a nuestra ciudad, que sigamos con la 'estación' (perdón por el eufemismo) de autobuses y que la gente siga pensando que la economía asturiana son sólo dos o tres industrias contaminantes. Si el dinero que se ha invertido y que se invertirá en las mismas se dedicase a favorecer la vida a las pymes y autónomos, otro gallo cantaría. Y puede que sigamos siendo la comunidad autónoma que lidera la presión fiscal, pensando que es mejor 'sacar mucho de pocos que poco de muchos', y así nos ha ido. En dicho año Asturias será algo testimonial, un geriátrico subvencionado, en el que el icono será un anciano desdentado y artrítico, con un tutor digital al cual tendrá que pagar para intentar conseguir que le den una cita para, así, conseguir otra cita con la que pueda solicitar otra cita para ser atendido. O sea, el estado del bienestar en su pura esencia. Consecuencias de la 'burrocracia telemática' y del teletrabajo, dos lastres que han destrozado a los servicios públicos, esos que algunos dicen defender.

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Volviendo a España, desde hace tiempo contamos con dos paraguas protectores que nos defienden, en parte, ante un sinfín de desmanes y despropósitos, como son la pertenencia a la Unión Europea y al Euro. El que fuera ideólogo fundador de ambos, el canadiense Robert Mundell (Canadá 1932- Italia 2021), Premio Nobel del Economía del año 1999, pronunció en una ocasión una frase lapidaria cuando dijo que «algunos países latinos han hecho la mejor jugada de su vida al pertenecer al área euro y a la UE, porque así se defienden de sus gobernantes». Mundell sabía de lo que hablaba.

Años antes que Mundell, el genial humorista y pensador norteamericano Groucho Marx ya había dicho algo parecido cuando advirtió de que «tengo mucho temor a aquellos que quieren salvarme de la manera que ellos dicen y no del modo que yo necesito. Pero... se empeñan en hacerlo así, ¿Por qué será?».

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