A Mari Luz

Mari Luz: Es casi imposible encontrar consuelo cuando se pierde a un padre en plenitud de la vida, pero confío que las palabras de cariño y admiración que vas a escuchar sobre Marcelino te sirvan al menos para aliviar tu pena, porque ten el convencimiento ... de que son absolutamente sinceras. Todos los que hemos tenido la suerte de conocer y trabajar con tu padre no solo le queríamos y admirábamos, sino que estábamos muy orgullosos de él. Ha sido un auténtico privilegio compartir con tu padre retos y esfuerzos. Marcelino era una excelente persona, un buen paisano como decís los asturianos y un brillante periodista con un talento, una humildad y una tenacidad que le hacían único. En realidad tu padre era un periodista de alto riesgo: pasión por la información y por su tierra, por el trabajo bien hecho y una dedicación absoluta. Demasiados peligros. Ha sido una auténtica crueldad que nos arrebaten a Marcelino. Y una pérdida irreparable para ti, tu madre y toda tu familia, para ELCOMERCIO, para todo el grupo Vocento, para el periodismo y, por supuesto, para Asturias, porque personas como tu padre no nacen todos los días. Marcelino descansa ya en paz. Si alguien se merece descansar de verdad es tu padre.