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Dos nuevos hechos relevantes se han producido esta semana en Avilés, la inauguración de 'Asturias 50', iniciativa de la Fundación José Barreiro que preside Jesús ... Sanjurjo, y la reelección de José Manuel Rodríguez Baltar como secretario general de la Unión Comarcal de CC OO. En un caso para analizar y proponer ante una situación internacional compleja, que afecta de lleno a la Unión Europea, y en el otro para poder contar con un dirigente que en los últimos tiempos ha sido capaz de erigirse en uno de los referentes de esta comarca a la hora de conocer como pocos el terreno que pisa y a la vez situar el interés general por delante incluso de sus propias siglas si hiciera falta.
La Fundación José Barreiro inauguró el jueves en el Centro de Servicios Universitarios un ambicioso programa, 'Asturias 2050. Una visión a largo plazo para la región', por el que hasta el mes de noviembre desarrollará nada menos que veintidós encuentros repartidos por toda Asturias, contando con el concurso de personalidades que han de definir y hacer propuestas sobre todos los ámbitos de actuación que configuran la realidad del Principado.
Dentro del bloque 'La Unión Europea en el marco de la geopolítica mundial', Jonás Fernández, el eurodiputado y portavoz del Grupo de los Socialistas y Demócratas en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, protagonizó la conferencia que llevaba por título 'Los retos de Asturias en el marco de la Unión Europea'. Fernández quiso hacer en primer lugar una documentada descripción sobre la constitución de la UE y las características de los países que la integran, con singularidades territoriales desconocidas en general, pero que todas tienen su cabida en ese ámbito superior que nos ha permitido vivir en el continente más avanzado del mundo en democracia, derechos, libertad y estado de bienestar que surgió tras la Segunda Guerra Mundial.
Primera conclusión. Asturias debe estar más presente en la Unión Europea para mostrar sus propias peculiaridades como región industrial, afectada por grandes reconversiones, pero abierta a las nuevas oportunidades que ofrece la nueva era de la digitalización, la innovación y la sostenibilidad. Segunda. Unirse con otros territorios que tienen las mismas singularidades. Tercera. Nada mejor que estar presente en los organismos que deciden las cosas importantes que nos afectan directamente. Un dato más aportado por el conferenciante: por cada ley española que se aprueba hay cuatro directivas y reglamentos del Consejo y de la Comisión Europea que deben ser incorporadas a las legislaciones nacionales. Y por último, aprovechar, como se está haciendo ya, el amplio abanico de aportaciones y ayudas económicas a todos los sectores, como estamos viendo en los últimos tiempos y cómo se ha planteado con los informes Letta y Draghi. Y añadamos ahora el esfuerzo inversor que se va a hacer por parte de la UE en Defensa, vista esta como una buena vía para avanzar exponencialmente en innovación en un sector industrial que va a actuar como elemento tractor de primer orden.
El eurodiputado asturiano no quiso profundizar en la complicada situación geopolítica actual, en vista de que una segunda conferencia de este bloque será protagonizada el 26 de mayo por la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, pero sí ofreció una pincelada sobre la oportunidad que plantea la agresión iniciada por la Administración Trump para reafirmar el sentido de pertenencia al territorio europeo y defenderse abiertamente ante ese desafío existencial lanzado por ese equipo pistoleril, friki y hasta ridículo en los modos –Jonás Fernández no utilizó esas palabras y mantuvo su tono de prudencia parlamentaria europea–, que nos ofrece cada día el inquilino de la Casa Blanca y su superpandi: de Musk al antivacunas 'ministro' de Sanidad, más la extrema derecha haciéndoles la ola, incluida la española.
Empieza a haber datos de que esa política de cambiar derechos por negocios que ha iniciado este personaje frente a todo el mundo empieza a pasar factura en su propio país en forma de datos macroeconómicos y también en la respuesta valiente de jueces y hasta de políticos conservadores, que no están dispuestos a ceder ante la agresión diaria a los derechos de las personas. A lo mejor ha llegado el momento en que los ciudadanos europeos, uno a uno, tengamos que plantearnos el defender cada día los derechos alcanzados y frenar la ola ultraderechista que amenaza con derribarlo todo.
Al día siguiente, viernes, en la Autoridad Portuaria, tuvo lugar la reelección de José Manuel Rodríguez Baltar como secretario general de la Unión Comarcal de CC OO, al frente de un equipo renovado con una amplia presencia de mujeres. Ya se sabe, el movimiento se demuestra andando.
Baltar, trabajador siderúrgico, se ha convertido en los últimos años en una de las personas que mejor conocen la comarca de Avilés y a la vez se ha erigido en uno de sus mayores defensores. Con una personalidad forjada en los pilares de la honradez, la honestidad y el respeto, Baltar se ha autoimpuesto la negociación como guía para alcanzar los grandes objetivos de una comarca que conoce como pocos, como demuestra el informe de gestión que presentó al congreso y que obtuvo un respaldo unánime. Su visión de futuro sobre la importancia de defender la industria, la innovación y la formación, más la lucha por el empleo, la defensa de la igualdad para la mujer, la sanidad pública o la política social figuran ya como ejes de la labor de su equipo y de su sindicato para el nuevo mandato. Y de ello se beneficiará sin duda esta comarca y esta región.
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