«Pero no se mueven»

Así lo dice el vocal de la Asociación de Vecinos Río Espasa de Perlora, José García, en unas declaraciones publicadas el pasado lunes pasado en el diario EL COMERCIO: «Robo, vandalismo y mala gestión: Pero no se mueven». A Perlora (quiere decirse la ciudad llamada ... de vacaciones) le comen hasta las tripas los cacos. Es el paraíso de los ladrones. Se lo llevan todo. Lo último, el robo del cobre de la conducción eléctrica de varias instalaciones, entre ellas las del Club Victoria. «Pero no se mueven». Ante tanto desastre, sí dicen –como en la canción–: «Bellas palabras de amor». Pero ya se sabe a estas alturas que las buenas intenciones no son garantía de nada. Se ve que son todo estrategias políticas. Planes que terminan quedando atrapados por la burocracia o lo que sea. Y es que uno tiene la impresión de que todo eso que declara en sus entrevistas el regidor de Carreño desde que cogió la vara ya se lo habíamos oído decir muchas veces en este año y medio de gestión. Alcalde que forma gobierno con un grupo populista que, como todos los extremismos sociales, políticos o religiosos los prejuicios –de los que suelen estar llenos– terminan paralizándolos de alguna manera. Por eso digo lo de las: «Bellas palabras de amor, porque no que hay ninguna novedad, señora varonesa», y sí mucha incertidumbre sobre el futuro de este lugar simpar y con tantas posibilidades sociales, laborales y turísticas para Candás y su concejo, pero tan maltratado durante años por unos y otros. Y es que este Ayuntamiento parece que usa los temas más importantes y urgentes del concejo como meros eslóganes, pero sin que se avance un ápice. Sí hay fiestas y jolgorio a más no poder en este Candás de nuestras ilusiones y pesares, el cual parece estar siempre de juerga. Y es que hoy, por desgracia, tan lejos de la ilustración, hay incontables pijos globales y populistas, y el coro de los gansos, de uno y otro signo, ha llegado a hacerse insoportable. En todo caso, hay nieve en las montañas. Y eso, en estos tiempos de derrumbe, siempre es una esperanza.