Desde esta columna se lo habíamos advertido: lo que están maquinando en Madrid tiene muy mala pinta. Me refiero a la solución propuesta para el vial de Jove, a la postre, el mayor engaño que se ha hecho a esta ciudad. Recuerden que, en marzo ... del año pasado, justo cuando se iba a adjudicar el proyecto de soterramiento de 286 millones de euros, nos contaron que técnicamente era imposible. Los dos kilómetros de túnel previstos –vendidos hasta la saciedad antes de las elecciones municipales de mayo– no se podían ejecutar. Sin duda, como digo, una sonora bofetada que no ha tenido ninguna consecuencia en la práctica. Es decir, no hay responsables de un 'proyecto fake' que decían ponía en riesgo los edificios. Ahora, se han enviado tres alternativas para su evaluación de impacto ambiental con un denominador común: son en superficie. Así podemos calificar esa construcción en trinchera que prevé deprimir la carretera entre uno y tres metros. Nada que ver, pues, por lo que se estuvo luchando durante tanto tiempo. Estamos, por tanto, en una situación donde se quiere imponer la teoría de las lentejas. Ya saben, eso de si quieres las tomas y si no… O aceptáis esto que os ofrecemos (un vial 'low cost' de 70 millones) o vais a estar esperando por los accesos al Musel durante otros 38 años (apareció por primera vez en el Plan General de Ordenación de 1986). Al final, ya lo verán, tendremos que acabar tragando legumbres y quedarnos tan a gusto. De momento, en el Ministerio las están cociendo.
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