Secciones
Servicios
Destacamos
Llegan por la mañana temprano y se van por la tarde. Si acaso, en el muelle donde atraca su crucero les ponen un autobús que los llevará a conocer el paraíso natural. Eso sí, en apenas unas horas harán un recorrido a toda pastilla. En ... cambio, otros darán un paseo por Gijón o se quedarán directamente en el camarote. El propio barco les ofrece de todo: piscinas, discotecas, restaurantes, gimnasios, casinos… Digamos que es su particular universo. Esta semana tuvimos en nuestra ciudad profusión de cruceros. En concreto, hasta mañana domingo llegarán cuatro. Esta temporada El Musel tiene previsto recibir un total de 39 con cerca de 60.000 turistas, representando un significativo incremento puesto que el año pasado fueron 25 con 27.445 cruceristas. Pregunto, ¿se nota su presencia? ¿Es quizá un impulso para la economía local? La respuesta es no. Se les ve por las calles siempre pastoreados por un guía de la naviera, pero sin mayor implicación con la ciudad. Se tomarán algún café, quizá compren un suvenir y transitarán por San Lorenzo para sacarse fotos. En ningún caso, se quedarán a pernoctar y muy pocos disfrutarán de la gastronomía. Es, pues, un tipo de visitante que aporta poco valor añadido. Lo único que podemos esperar es que esto les guste y vuelvan por su cuenta a conocernos de verdad. Sin prisas y sin efecto rebaño. Debemos concluir que, para este tipo de turismo de cruceros, al igual que ocurre en los maratones, Gijón no deja de ser un punto de avituallamiento. Ni más ni menos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.