Borrar

Sin duda, uno de los grandes atractivos del verano gijonés está en sus festivales. Eventos que han ido cogiendo más fuerza tras la pandemia. Hasta cuatro se concentran en este tiempo estival que incluyen conciertos y diversas actividades. Serían Metrópoli, Tsunami Xixón, Ye-Yé y ... la Semana Negra. Que el pasado viernes, fecha en la que se inauguró el primero, más de 10.000 personas agotasen las entradas para ver a la cantante de moda, da buena prueba del éxito que están teniendo. Digo más, abriendo incluso el debate sobre quién es de verdad el rey en nuestra programación veraniega. Si antes no había duda de que la Semana Negra se llevaba la palma, ahora eso hay que ponerlo en solfa. El evento negro presume siempre de tener las mejores cifras de participación. Sin embargo, nunca tuvo un mecanismo verificable de asistencia, puesto que la entrada a su recinto es libre y gratuita. Además, cuando hace balance de cada edición, sus números chirrían por exorbitados. Por tanto, da la impresión de que la competencia le está ganando terreno, si no es que le ha superado ya. Eso sí, sin tanta fanfarria y apoyo municipal como siempre ha tenido la Semana Negra durante su larga historia. Digamos, pues, que será interesante ver la evolución de estos festivales a lo largo de los próximos años.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Festivales