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Pregunto a los tres o cuatro que todavía trabajan en nuestro paraíso natural: ¿qué pasaría si usted tiene algún tipo de responsabilidad en una pérdida para su empresa de 14,7 millones de euros? Con total seguridad, su puesto de trabajo estaría en un brete. ... Se barajaría un despido fulminante. Eso, si no le buscan responsabilidades mayores. Sin embargo, en el mundo de la empresa pública no es así. Fíjense lo que ha ocurrido en el Consorcio de Gestión de Residuos de Asturias (Cogersa). En abril de 2024 se quemó su instalación más moderna y recién construida, conocida como la 'plantona'. A partir de ahí, fuimos descubriendo que carecía de un seguro de daños que compensase el siniestro. Primero, se dijo que era porque todavía la nueva planta de separación no estaba incorporada al patrimonio de Cogersa y luego, que ese seguro se rechazó por su alto coste. En cualquier caso, desde abril de 2022, fecha en la que venció la póliza, no se buscó ninguna solución, pese a ser el tratamiento de la basura una actividad de alto riesgo. Como digo, algo inaudito en una empresa de ese tamaño y volumen de facturación. Máxime, cuando nos cobra la gestión de residuos a precio de champán francés.
Pues bien, cuando se tienen que determinar responsabilidades, se encarga un informe a la propia gerente del consorcio. Lo cual, dicho sea de paso, resulta, cuando menos, rocambolesco. Expuesta esa singular investigación ante el consejo de administración, no solo éste ratifica a la gerencia, sino que apunta a la directora de organización como culpable, pero ésta sigue en su puesto. En lo político, resulta curiosa la respuesta de la consejera de Transición Ecológica y presidenta del consorcio, Nieves Roqueñí, el pasado lunes en sesión parlamentaria. Interrogada sobre por qué no había dicho nada sobre la carencia de cobertura en tres comparecencias ante la Junta, dijo que nadie se lo había preguntado. No sé, por lo visto, la próxima vez tendremos que preguntar si Cogersa paga los seguros sociales de sus empleados, los impuestos a Hacienda, la factura de la luz, el agua… Ser directivo de una empresa pública es un chollo. Ya puedes armar una buena que nunca pasa nada. No me extraña que ante cualquier oposición haya miles de postulantes, mientras que en el sector privado faltan trabajadores. Sin duda, existe un baremo distinto.
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