Las relaciones entre el PP y Foro Asturias nunca han sido fáciles. En 2011, con el vuelco electoral que se produjo por la irrupción de la entonces formación de Francisco Álvarez-Cascos, los populares tensaron la cuerda para que no hubiese un cambio de ciclo. ... O sea, que fuese el PSOE, que había ganado las elecciones, quien continuase gobernando. Solo el coraje de la entonces presidenta, Pilar Fernández Pardo, hizo que Carmen Moriyón pudiese ser alcaldesa. Ahora la situación es distinta. A los dos partidos les interesa un acuerdo de gobierno por varias razones. Entre otras, quitarse de encima el sambenito -bien ganado, no digo lo contrario- de que la derecha nunca sabe gobernar. Es decir, que siempre se rompe o le pasa algo cada vez que tiene oportunidad de llegar al poder. Sin duda, Foro no puede volver a vivir la situación de 2015. Esto es, que esté en minoría dentro del Consistorio y sea continuamente hostigado por la oposición. Eso le produjo, no solo un profundo desgaste, sino también tener que pactar con formaciones de distinto espectro ideológico. Recuerden que Xixón Sí Puede (marca de Podemos) fue su principal socio durante esa legislatura. Y como resultado de un gobierno municipal extenuado, en los comicios de 2019 perdió seis concejales.

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Por su parte, el PP tiene que dejar de ser ese partido cainita y que nunca es capaz de gobernar en Gijón. De hecho, limpiar esa mala imagen y abrir una nueva etapa, debería ser su principal motivación. Con estos resultados tiene la oportunidad de entrar en el equipo de gobierno, mediante la asunción de alguna concejalía. Tanto en Madrid como Oviedo, deben entender que es la mejor forma de recomponer a una maltrecha agrupación local. Los actuales cinco ediles del 28M, aunque mejoran bastante el resultado de las anteriores municipales, no son para tirar voladores. En otros lugares, la ola del voto popular llegó más lejos. En definitiva, necesitan demostrar que son un partido de fiar. Por último, queda Vox. Una formación que mantuvo resultados y de la que se está hablando poco. Entre otras cosas, porque no sabemos cuáles son sus intenciones. Dicho de otra manera: de qué manera quiere condicionar esa posible coalición y si va a contribuir a su estabilidad. En fin, yo les recomendaría a todos, ahora que empiezan las negociaciones formales, que pusiesen lo que más hace avanzar a las bicicletas: catalina grande y piñón pequeño.

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