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La tía Fe (nombre ficticio) era una solterona. Sí, ya sé que a los ojos de nuestra sociedad actual suena mal, pero de aquella era como se llamaba a quienes no tenían pareja. Siempre fue lista y gracias a su trabajo como maestra consiguió reunir ... un pequeño patrimonio. Su sobrina Dora (nombre también inventado) la adoraba. Tanto era así, que la consideraba como una segunda madre y con el tiempo su relación se fue estrechando.

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