Argumentos fatuos

Había interés por conocer la opinión de la Delegación del Gobierno sobre la serie de retrasos y bochornos para con Asturias. Obras que se alargan 'ad infinitum' y viales soterrados que se caen sobre la marcha. Y porque Adrián Barbón había lanzado sus dardos en ... esa dirección, para luego matizar que se refería sólo a la Demarcación de Carreteras. Ante el clamor social, el Principado se está tragando los sapos y no aguanta más. La delegada, Delia Losa, seguía en silencio hasta que el lunes habló, defendiendo a capa y espada las actuaciones del Ministerio de Transportes, que para eso le pagan. El problema son sus argumentos: Alabó el «rigor» y la «valentía» del actual Ejecutivo central para afrontar proyectos que están mal. Dijo que al nudo de Serín se le podía echar una capa de hormigón por encima, o dejar que el vial de Gijón agrietara las edificaciones del entorno, y a otra cosa. Sin embargo, un Gobierno tan responsable como el presente los cambia y, no sé, quizá por eso debemos de estar agradecidos. Orgullosos de que los mismos que hacen un diseño chungo, luego tengan que retroceder al no ser capaces de ejecutarlo. Al menos, así lo ve Losa, quien no suele dejar indiferente con sus declaraciones. Cuando las obras del tercer carril de la 'Y' duraron más que la construcción de la autopista entera, nos vino a contar que en Asturias las cosas son así. Es una tierra complicada para la obra pública y donde hay muchos ingenieros. En otras palabras, listillos sabelotodo. Cuando los actuales trenes Alvia que cubren la ruta con Madrid dejaban tirados a los viajeros (diciembre de 2023), habló de que eso era «peccata minuta» si lo comparamos con la grandeza de la variante de Pajares. Ahora nos quiere convencer de la «total credibilidad» y el «compromiso incuestionable» de Transportes, cuando en los pocos meses que lleva no ha dado una a derechas. Anuncia a bombo y platillo una fecha para la llegada de los nuevos trenes Avril, para luego tener que dar marcha atrás por problemas con el fabricante que eran conocidos. En fin, estaremos pendientes de la próxima defensa de Losa, puesto que siempre tiene miga. Sus argumentos ante lo que llama «ruido» son tan fatuos que no hay por dónde cogerlos.