Inflación

En unos pocos años el motivo de la noticia va a ser el opuesto: reportaje a doble página para los dos alumnos que hayan suspendido la convocatoria: ¿cómo consiguieron tal 'fazaña'?

Ya todo el mundo tiene la certeza de que las notas sufren una acelerada inflación, una hinchazón que se hace más evidente tras la pandemia. Y que no se desinfla. ¿En qué punto del proceso se produce la inflamación perniciosa? En todos. Desde Primaria, como veremos, se esconde el fracaso y en Secundaria se convierte en 'patada a seguir', hasta llegar a una universidad que, tras las quejas melindrosas, aplica las mismas medidas, no sea que se quede sin alumnos y sin… profesores.

Sobre las causas de este fenómeno ya hemos escrito mucho y sobre las consecuencias también. Como decía el padre Juan de Mariana, «al mudar la moneda la inflación produce el más injusto de los impuestos porque empobrece a los ciudadanos, pues les pide más por lo que vale menos» ('Tratado sobre la moneda de vellón', 1609). Resumiendo, si en Educación vale todo, la educación ya no vale nada y malbaratamos su función de ascensor social. No sabemos hasta donde llega la inundación inflacionista, porque las varas de medir son demasiadas. Cada autonomía hace la guerra por libre y necesitaríamos una única prueba nacional para registrar las desviaciones. Al último ministro a quien se le ocurrió poner en práctica la idea, Ignacio Wert, lo dejamos tirado en una estación de París (como a Rick en 'Casablanca'). El hombre tenía buenas ideas, pero aquella mandíbula a lo Von Stroheim nos recordaba demasiado al mayordomo de Norma Desmond en 'El crepúsculo de los dioses' y daba miedo. O sea que solo tenemos los esporádicos test que la UE realiza entre sus miembros. En el último informe PIRLS nos felicitan por haber sido el país que más tiempo mantuvo abiertos sus centros educativos durante la pandemia y, a continuación, constatan que España queda por debajo de los demás miembros en comprensión lectora en Primaria. Si ambos datos guardan relación es algo que espero que no colija la ministra, porque nos manda a todos a un ERTE definitivo.

Por autonomías la cosa ya se disgrega en ese informe: Cataluña sigue muy mal, Soria muy bien, Asturias se mantiene... Pero ni idea de las causas.

Eso sí, de nuestra EBAU, de sus calificaciones, podemos extraer un aspecto muy positivo. No se pueden establecer diferencias en Asturias entre los diferentes modelos –público, privado, concertado–, ni existen desviaciones geográficas reseñables. O sea que tenemos un modelo que ofrece las mismas posibilidades para todos nuestros alumnos. El sistema sigue garantizando eso, que no es poco.

Es junio, llega el verano, hay ruido de voladores y un olor a hierba recién segada y mojada por la lluvia. Se acaba este curso. Permítanme ser benevolente y desear un provechoso descanso a todos aquellos estudiantes que se lo han merecido; y también a los que no. Amén