Agropolitano

El comisionado para el Reto Demográfico reconoce que, lamentablemente, «estamos en una política de luchas mediáticas e inmediatas, no a largo plazo». Que los tiempos de la política, vaya, no permiten el desarrollo de planes con cierto recorrido

Pocas entrevistas tan interesantes como la que realiza Octavio Villa al comisionado para el Reto Demográfico en EL COMERCIO el 10 de abril. Jaime Izquierdo Vallina nos informa, a punto de terminar su mandato, de sus intentos para generar una Ley de Desarrollo Rural y ... otra de Reto Demográfico. En general la larga conversación deja una sensación agridulce.

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En primer lugar, resulta muy reconfortante leer reflexiones tan cargadas de razón, tan agudas y tan conscientes de los problemas demográficos y de territorio que afectan a Asturias. En ese sentido don Jaime demuestra ser un gran conocedor, no solo de la geología y de la geografía asturiana, sino también de nuestra realidad social. Nos enseña cómo la economía rural ha derivado de lo ganadero hacia lo forestal, las muchas posibilidades agrícolas que tiene la zona periurbana para desarrollar una economía pujante y detener al matorral y al jabalí -de ahí su término 'agropolitano'- y lo complicado y lento que puede ser revertir el despoblamiento del campo asturiano, ya que este obedece a múltiples causas. Su deseo, en fin, de que deberíamos ir hacia otro modelo de economía rural. En segundo lugar, las denuncias que vierte sobre los errores del Gobierno central también parecen cargadas de sentido común: «En la defensa del lobo el Estado ha entrado como elefante en cacharrería»… Ese depredador ha ocupado zonas asturianas donde nunca había estado, amenazando todo el ecosistema y que «es necesario controlarlo»; la evidencia de una errónea política sobre Parques Nacionales: «El resto de Europa apostó por un modelo que incluye la presencia humana y el manejo del territorio, España se fue a primar la condición salvaje, siguió el sistema norteamericano (ya saben, en Yellowstone solo vive el oso Yogui)… Hace años que dijimos que el modelo es un error de categoría».

Apremiado por las preguntas del periodista por la falta de concreción, en este mandato que termina, de sus dos proyectos de ley, el comisionado reconoce que, lamentablemente, «estamos en una política de luchas mediáticas e inmediatas, no a largo plazo». Que los tiempos de la política, vaya, no permiten el desarrollo de planes con cierto recorrido.

Esa es la parte que me deja tan mal sabor de boca. No sabemos, después de leer su diagnóstico, por qué renuncia a terminar su trabajo. Desde la barra del chigre siempre pontificamos sobre el origen de nuestros males: los políticos no tienen ni idea, no ponen a nadie cuerdo a los mandos, son unos incompetentes, etc. Gracias a la entrevista de Octavio Villa a Jaime Izquierdo (buceen en la hemeroteca) sabemos que todo eso no era cierto. Tenemos a políticos y técnicos con gran lucidez al frente de la Administración… Y tampoco nos va a servir de mucho. No sé qué es peor.

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