Perspectiva 'etic' del homenaje a Bueno

No soy discípulo de Bueno, no estudié en la Facultad de Filosofía de Oviedo, sino en la civil de Salamanca, y aunque su sistema me parece muy fecundo para el análisis filosófico, discrepo de muchas de sus tesis. El sistema de Bueno se denomina Materialismo Filosófico (MF). Está compuesto de una ontología, que parte de la idea de 'materia', en vez de la de 'ser'. Para profundizar en el tema les recomiendo leer el opúsculo 'Materia' (Pentalfa Ediciones, Oviedo, 1990) y 'Ensayos materialistas', (Ed. Taurus, Madrid 1972); una gnoseología denominada 'Teoría del Cierre Categorial? (TCC), que Bueno pretendía exponer en 15 tomos, quedó en cinco, por lo que resultó inconclusa, al menos en la forma que había previsto inicialmente. Según comentó en varias ocasiones, la comenzó a gestar a mediados del siglo XX entre profesores de la Universidad de Salamanca; una antropología filosófica, en la que es esencial el concepto de 'espacio antropológico', que permite estudiar los materiales antropológicos atendiendo a tres ejes: circular, radial y angular. Para más información pueden leer el artículo 'Sobre el concepto de espacio antropológico' en 'El Basilisco' 5, (págs. 57-69, 1978) y una filosofía política (sus tesis y opiniones difundidas en este campo son las más controvertidas), que para la comprensión de la sociedad divide en tres estratos o capas (basal, conjuntiva y cortical). Les recomiendo leer, en estos tiempos en que los políticos asturianos pretenden hacer cooficial el bable, el artículo 'La esencia del pensamiento español', publicado en 'El Basilisco', 26 (1999), en el que el autor advierte de que el idioma que nos abre a una visión del mundo (Weltanschauung) universal es el español. Las demás lenguas, como el asturianu, el catalán, el vasco o el gallego, son lenguas provincianas, rurales. Son dialectos que se pueden usar en el hogar o en manifestaciones folclóricas y pueden ser estudiados por la etnolingüística, pero para las cosas importantes, como la política, la ciencia y la filosofía, etc., debemos utilizar el español. No sigo disertando sobre su mar de conocimientos: más de treinta libros, capítulos de libros, más de 200 artículos y multitud de entrevistas, charlas y reportajes que pueden encontrar en el canal de YouTube. Les indico que para los comentarios hechos a continuación uso una perspectiva 'etic', que se define como el estudio de los contenidos culturales desde el exterior de un sistema concreto, hecho por un observador ajeno al mismo. Concepto opuesto a 'emic', desde el interior del sistema, distinción propuesta por Pike en ciencias lingüísticas, que se extrapoló a otras ciencias humanas. En este caso es la opinión que tengo, sin ser discípulo de Bueno, sobre la profunda admiración y veneración que profesan sus discípulos a Bueno y a su filosofía.

George Steiner, en el libro 'Lecciones de los maestros' (Ed. Siruela, Madrid, 2004), clasificaba en tres tipos posibles la relación entre maestros y discípulos, y sostenía que «hay maestros que han destruido a sus discípulos psicológicamente y en algunos casos, físicamente. Se han aprovechado se su dependencia y de su individualidad. Como contrapunto ha habido discípulos que han tergiversado, traicionado y destruido a sus maestros. La tercera categoría es la del intercambio: el eros de la mutua confianza. En un proceso de interrelación, de ósmosis, el maestro aprende de su discípulo cuando le enseña (…). Y hay discípulos que se han sentido incapaces de sobrevivir a sus Maestros». Pues bien: me pregunto si se sentirán los numerosos epígonos de Bueno reflejados en una de esas tres categorías, o no. Fallecido el Maestro, ¿seguirá dando frutos tan excelsos el MF de la mano de sus discípulos, más allá de hagiografías y prácticas de antropofagia sobre Bueno?

No escribo esto para recibir flores, sino para hacer una aportación a posteriori, a modo de breve apunte, al homenaje. Creo que después de dar clases de filosofía durante muchos años en el feudo de los buenistas, acabé valorando en su medida la filosofía de Bueno. Teniendo en cuenta que tengo formación matemática, al principio la TCC me pareció una gnoseología que hacía un uso inexacto y a menudo cínicamente fraudulento de las ciencias. Se dotaba de un estilo abstruso, utilizando erudición en exceso, ocultando cosas sencillas tras un denso velo de palabras y plagada de términos matemáticos que dan cierta pompa a la teoría, como el concepto de 'cierre', o los de 'operaciones autoformantes' y 'heteroformantes', al objeto de hacer una demarcación entre lógica y matemáticas. Es interesante la defensa de una teoría de la verdad como identidad sintética, pero discrepo de la respuesta que se da desde la TCC a la pregunta ¿qué son las matemáticas?, proponiendo el Materialismo Formalista; yo, ante esa cuestión, defiendo el platonismo.

Por otra parte, es una pena que haya filósofos que no inviten a participar en eventos como este a otros filósofos que no sean de la cuerda de Bueno. El afán y la vanidad por el reconocimiento de los pares les imposibilita conocer y reconocer a otros que discrepan de sus ideas y muchos suelen reducir sus lecturas y citas a quienes van a leerles y citarles a ellos. Así, es muy raro encontrar discusiones con otra escuela o puntos de vista que no sean los de ellos. Por eso, hay que buscar actitudes abiertas que pueden lograr maravillas de un pensamiento libre de escuelas. En el fondo, cuando se extiende la uniformidad es como pertenecer a una secta, para terminar enfrentados a, de acuerdo con… y perder perspectiva etic, tan necesaria en filosofía. Porque tras las polémicas enriquecedoras siempre es posible alcanzar la 'Symplokê' (entrelazamiento o conexión), de la que los buenistas hablan mucho pero practican poco o nada.