Adiós al sistema educativo

Es difícil dar clase en un mundo lleno de promesas de facilidad. La LOMLOE-panacea implantada es un timo, un insulto a la inteligencia y culmina la desactivación de la inquietud intelectual. Condena a los alumnos a la minoríade edad porque construye un sistema educativo basado en las emociones

Hace unas semanas comenzó el curso 2023-24. Este inicio de curso tiene algo    peculiar para mí porque ya no estaré en las aulas. Me jubilé el curso pasado dejando la posesión profesoral de la palabra. Reconozco que me marché contento, pero a la vez ... con un sabor agrio y con cierto estupor al sentir la decadencia y el deterioro del sistema educativo, que reforma tras reforma se va pareciendo a un universo visto a través de un telescopio invertido.

Publicidad

Este curso se implanta en todos los niveles la LOMLOE (el curso pasado se llevó a cabo en los cursos impares). Otra ley más concebida de espaldas al profesorado que la imparte y sin atender a la necesidad de lo que la sociedad en general y los profesores en particular llevan pidiendo hace tiempo: un pacto educativo que dote de estabilidad al sistema. Recuerdo que el curso pasado llegaron a los centros los libros de texto de las editoriales con las nuevas propuestas didácticas. A todos los que eché un vistazo incurren en la misma esencia pedagógica, que rezuma ideología por todas partes y rebaja, hasta límites vergonzantes, la cultura del esfuerzo. Se trata de 'aprender jugando', trabajo por proyectos y lo que venden como novedoso y el no va más: las 'situaciones de aprendizaje', que no están mal para los cursos de Primaria. Pero en Secundaria el adolescente necesita profundizar en conocimientos, consolidar fundamentos teóricos («no hay nada más práctico que una buena teoría») manejar con cierta soltura conceptos abstractos y no solamente simular juegos (lo denominan con el pomposo palabro de 'gamificación'), ejercicios prácticos, pasatiempos de todo tipo y utilizar las nuevas tecnologías (la maquinita es imprescindible). Destacaré el proyecto ¡Fanfest!, de la editorial Edelvives para Filosofía, cuya portada es un calco de carteles de festivales de rock y los colores que aparecen son los mismos de los carteles de la globalista, colorida y neoliberal Agenda 2030 del capitalismo verde. En cuanto a contenidos, todos los libros, como exige el currículo, inciden en resaltar la visibilidad de las mujeres, en eso estoy de acuerdo, pero la forma en que proponen hacerlo no me parece correcta. Por ejemplo, un ejercicio propone 'disfrazaos de filósofas y filósofos y cread una chirigota sobre la desigualdad'. Otros animan a crear perfiles en las redes sociales para hacer campañas que generen conciencia ecológica, o colgar fotos de tu habitación y compararlas con las habitaciones de los niños y niñas del mundo en desarrollo... En fin, no sigo para no aburrir porque abundan las mamarrachadas.

Me despedí del sistema educativo en un momento que es muy difícil dar clase. Ardua tarea, porque hay que competir por la atención con los teléfonos móviles, cuyo mal uso y abuso están dejando hecha fosfatina la mente de niños y adolescentes. Es complicado captar la atención contra las innumerables pantallas que prometen satisfacción inmediata de la ansiedad por el reconocimiento, y por obtener respuestas a las preguntas sin la mediación de lo complejo y tedioso. Es complejo competir por la atención comercialmente manufacturada con discursos que, tal vez, hayan perdido la capacidad de ofrecer relatos coherentes del presente. Desaparecieron las formas impositivas y autoritarias, y la seducción del 'capitalismo de la vigilancia' ha ocupado el lugar de la imposición. Los alumnos campan a sus anchas y los objetores escolares imponen sus normas a los que están interesados en aprender.    Es difícil dar clase en un mundo lleno de promesas de facilidad. La LOMLOE-panacea implantada es un timo, un insulto a la inteligencia y culmina la desactivación de la inquietud intelectual. Condena a los alumnos a la minoría de edad, porque construye un sistema educativo basado en las emociones. Los adalides de este engendro creen que transformando la sensibilidad es suficiente para transformar el mundo. Qué equivocados están. Sin la razón, la sensibilidad está colonizada y ciega, al igual que si abandonamos la dialéctica entre teoría y práctica, la educación se convierte en la reproducción cada vez más efectiva de la cultura dominante. Una cultura que se hace insensible al no oponer resistencia al capitalismo de las emociones.           

Al escribir estas líneas releí un artículo del que fue mi compañero y amigo del departamento de Filosofía en el IES Rosario de Acuña, Pablo Huerga Melcón, 'Consideraciones intempestivas sobre la situación actual de la educación en España' (pueden leerlo en el siguiente enlace: https:// lacasamata.es). Viene a colación porque    el autor hace un análisis exhaustivo y crítico, tanto a nivel histórico como actual, de los avatares por los que ha ido pasando la Educación en general y la española en particular. Desmenuza de manera muy clara cómo se ha ido degradando la enseñanza, tanto en la nueva evaluación por competencias que establece la LOMLOE, como ante el problema estructural del sistema educativo español que es, a su juicio (con lo que estoy de acuerdo) la transferencia de las competencias educativas a las comunidades autónomas. Sostiene Huerga que «el modelo autonómico funciona como si España, como estado construido a lo largo de los siglos, sirviera de molde sobre el que cada comunidad autónoma opera construyendo un pequeño estado, replicación inútil y muy costosa en términos políticos, económicos y, sobre todo, morales. La búsqueda de una gestión más eficaz y cercana no debe suponer la entrega de las instituciones estatales, y su instrumentalización al servicio de los planes de partidos políticos secesionistas, porque esas instituciones son de todos los españoles». Arremete también contra la cooficialidad y ve necesario restablecer el uso del idioma español como lengua vehicular en la enseñanza pública. Lo contrario a lo que se va a hacer en el Congreso de los Diputados, que habrá traductores de español para españoles. Esperpéntico.

Publicidad

Digo adiós a un sistema educativo que obstaculiza ser el ascensor social para los niños y niñas de familias humildes. Uno se hace competente cuando conoce lo que estudia y    se esfuerza, y no al revés, como dicen pedagogos de medio pelo que arrollan en la plenitud de este vacío educativo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad