Partido abierto

En las filas de la derecha, Carmen Moriyón va fuerte; eso nadie lo discute. Se ha sabido rodear de un equipo fiel y además es conocida por sus ocho años al frente de la Alcaldía, durante los que no se metió en grandes charcos. Pero tiene una losa: su partido. Alcanzar más de ocho concejales para alguien que no tiene ninguna estructura detrás, me parece una proeza difícil de alcanzar. El Foro actual no es el Foro de 2011 ni siquiera el de 2015. Para muestra un dato: están peleando agónicamente por un escaño en la Junta General del Principado. Un escaño que hasta el PAS de Sánchez Vicente o la UPYD de Nacho Prendes conquistaron en su época. Con esos mimbres, pelear por la Alcaldía de la mayor ciudad de Asturies es, ya de por sí, todo un mérito; que sería una hazaña si consigue ganar. Confían en el partido de Moriyón en que el PP remonte resultados hasta, al menos, aquellos cinco concejales de la última etapa de Fernández Pardo. Si lo logran, y la extrema derecha no se derrumba, podrían alcanzar el sillón de la Alcaldía. En la derecha local sueñan con un 8-5-1.

Pero, como digo, no está todo el pescado vendido. Izquierda Unida está haciendo la campaña más inteligente de todas, ocultando al actual portavoz municipal, y mostrando un equipo joven y con ganas, liderado por un Suárez Llana, que es lo mejor del panorama electoral. Fácil les va a resultar obtener dos concejales, lo cual tiene un grandísimo mérito viniendo de donde venían. La incógnita está en Podemos. Con una candidata totalmente desconocida y diría que hasta ocultada; con una partido dividido no ya en dos sino en cinco y hasta seis partes y con un enfrentamiento cada vez más abierto con el proyecto que representa Yolanda Díaz; de sus resultados, dependerá que la izquierda resista en nuestra ciudad. El 28 de mayo, resultados.