Dos millones

Lo cierto es que Xixón ha estado este verano que se sale. Dos millones de visitantes dicen las últimas estadísticas. Y es que el turismo sigue dejando datos al alza en nuestra ciudad. Así, según el informe elaborado por Invesmark para Visita Gijón, el gasto turístico alcanzó los 521,4 millones de euros en 2023, marcando el mejor año turístico en la historia de Xixon. Una cifra que representa un incremento del 36,8% en comparación con 2022 y supera en un 19,9% el récord anterior establecido en 2019. Caminando por la calle, o tomando unes botelles de sidra por Cimavilla, o paseando por la orilla en la playa de San Lorenzo se puede comprobar que está todo lleno. Es como si quisiéramos vivir el último verano antes de que la burbuja turística, como hace años ocurrió con la inmobiliaria, estalle. Lo cierto es que la oferta lúdica y cultural y hasta deportiva de nuestra ciudad, es difícil de igualar en cualquier otro rincón de España. Recordemos: Tsunami Xixon, Metrópoli, Semana Negra, Oktober fest, Semana Grande, Festival de la Sidra…. conciertos en el Botánico, en la Laboral, el Hípico en Les Mestes. Travesías a nado por nuestra mar o carreras populares por nuestra tierra…

A unos nos gustarán más unos, a otros les prestarán más otros, pero como en las antiguas boticas, hay para todos. Y es esa multitud de actividades lúdicas y culturales, unida a nuestro carácter abierto y hospitalario, lo que llama a los miles de visitantes que estos días encontramos por nuestras calles. Desarrollar el turismo como se merece (con especial atención a las condiciones laborales de sus trabajadores, que no siempre son las más deseables) vincular otros sectores a su capacidad de crear riqueza, cuidar nuestro patrimonio natural y cultural para que siga siendo la base de esa actividad y, sobre todo, saber disfrutar de nuestra ciudad y su entorno, es la fórmula mágica para que Xixón siga estando a rebosar. Ojalá todos lo entendamos y no cometamos el error de matar la gallina de los huevos de oro, a base de subir precios de comidas y bebidas o de saturar el mercado de los alquileres turísticos, hasta hacer imposible acceder a una vivienda en determinados barrios. Nos jugamos mucho en ello.