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Perro mundo

La palabra cultura la han rebajado hasta el infinito, para que abarque cualquiera de las manifestaciones del ser humano, sin reprenderlas ni corregirlas

Jueves, 5 de diciembre 2024, 01:00

Decía Berthold Brecht que si los tiburones fueran hombres, en vez de comerse los peces pequeños los meterían en una granja para engordarlos, y a eso le llamarían cultura. La palabra cultura la han rebajado hasta el infinito, para que abarque cualquiera de las manifestaciones ... del ser humano, sin reprenderlas ni corregirlas. Bueno, sí: han dejado de llamar cultura a algunas costumbres tribales y religiosas, como extirpar el clítoris a las niñas. Y tampoco debe estar bien visto cargar a las mujeres con un cinturón de castidad, como hacían los caballeros medievales cuando marchaban a las Cruzadas. También esto pertenecía a la cultura del medievo. Otros asuntos más blandos, que también se les llama cultura, es que en algunas etnias le sigan metiendo a la novia el dedo en la vagina el día de la boda, para mostrarlo luego ensangrentado. Leí hace algún tiempo un libro que les recomiendo a los que que quieran introducirse en una cultura remota. A lo que se cuenta, sin duda, también hay que endosarle la palabra cultura. El libro se titula 'Shabono', escrito por la etnóloga y antropóloga Florinda Donner, y trata de la experiencia de la autora viviendo durante un año con los indios iticoteris, una tribu remota del Amazonas en la frontera de Brasil y Venezuela. La antropóloga fue recibida en principio con recelo. Luego, se fue dando cuenta de que la integración suponía, aparte de comer las porquerías que ellos comían, ir desnudándose, hasta que las mujeres de una vez por todas le arrancaron las bragas.

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