Secciones
Servicios
Destacamos
El primer titular que me llama la atención habla sobre el mensaje oculto del bolso más especial de la Reina Letizia. Me apresuro a leer ... la noticia para ver si significa algo más que un puro chismorreo, porque siendo muchacha en Oviedo, antes de su meteórica ascensión, usaba algunos bolsos artesanales que le hacía mi entrañable amigo Felipe Prieto, amigo de la familia Ortiz Rocasolano y padrino de una de las hijas del matrimonio. Pero no, no es uno de aquellos bolsos que hacía Felipe a los que se refiere el reportaje. Aunque quién sabe si en la Zarzuela conservan como recuerdo no solo los bolsos, sino las carteras escolares de cuero que le regalaban al niño Felipe, también hechas por su tocayo Felipe Prieto. Dichosos tiempos aquellos en los que éramos más jóvenes, pero como dice la inscripción de algunos relojes, todas las horas hieren y la última mata.
El próximo día 14 nos reuniremos en una comida los que aún quedamos. Más o menos lacerados por las hojas de los calendarios, pero con la esperanza de otra primavera, como aquel olmo que cantaba Machado. Felipe Prieto y otros varios ya no están. Permanecen los recuerdos. Recuerdos entrañables y hasta pintorescos, como los de Felipe, que acudía a clase con pantalón corto y botas de militar. Cada año quedan más asientos vacíos, y para los que vienen detrás, la mala noticia de que todos somos socios del mismo club.
En la ciudad de más al norte se anuncia que le van a dedicar una plaza a José Antonio Rodríguez Canal. La plaza ajardinada del Continental, sitio de magníficos recuerdos para los viejos de aquel viejo Gijón. Allí había un campo de fútbol donde se celebraba el campeonato de los barrios, arboleda y espacio para bailes y veladas de boxeo y lucha libre. Si Canal puede ver su plaza desde el incierto más allá, tiene que sentirse satisfecho; lugar emblemático, y cerca de El Bibio donde transcurrió su infancia, y con el tiempo, sus aficiones taurinas. Un recuerdo merecidísimo, para quien luchó por Gijón hasta mancharse. Denunciando y proponiendo desde este Decano, su periódico de tantos años. Pero Canal era rico de aventuras desde joven, y por eso tuve el placer de dirigirlo en el teatro, cuando todavía estudiaba en la Escuela de Comercio. También participó en alguna obra dirigida por Carlos de las Heras, amigo suyo y mío. En fin, tuve el placer de trabajar con el padre de Canal en la Fábrica de Moreda, con sus hermanos en Ensidesa y él me recibió las colaboraciones en EL COMERCIO durante años.
Siempre fuimos amigos, aunque con algún desencuentro, porque los dos poseíamos nuestro respectivo temperamento. Pasar junto a la plaza de Canal es mi camino, cuando voy desde mis soledades en la aldea hasta la ciudad.
Como nada nos debe ser ajeno, según dijo el clásico, el otro día me asomé a la pantalla del televisor para ver el derrumbe del Sporting. A mí me pasa como a Emiliano Zapata, según la película de Elia Kazan. Como el pobre hombre era analfabeto, se fijaba en las fotos de los periódicos para ver si podía fiarse de los políticos. En cuestiones de fútbol yo también soy analfabeto, así que miro la cara del nuevo entrenador y me parece bien su fichaje. Ojalá que no le ocurra, al entrenador, como lo que se cuenta de Arsenio en La Coruña. Le preguntaban por qué no sacaba al campo a determinado jugador, y él respondía, porque no sabe jugar al fútbol.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.