Borrar

Castigo

Con el debido respeto a los aficionados, fíjense en si hay algún futbolista que no sabe regatear, ni rematar de cabeza, ni resolver una jugada cuando está delante del portero, ni dejar los nervios en el vestuario

Jueves, 4 de abril 2024, 02:00

Decía Camilo José Cela que él no creía en la inspiración: si no sabía atacar la cuartilla en blanco, se imponía el castigo de no levantar las nalgas de la silla hasta que las ideas se mostrasen. Antiguamente, en las redacciones que yo conocí, cuando ... no habían nacido muchos de los que ahora las ocupan, se optaba por el corto paseo y el vaso de vino, que era bueno según decían para el estreñimiento mental. El inolvidable Arturo Arias, el del merecido busto en Cimadevilla, corrió en cierta ocasión en socorro del entonces redactor jefe de EL COMERCIO Mauro Muñiz, cuando éste se ausento dejando la cuartilla a medias. Arias, al grito de ¡muy rico!, se la terminó y la envió a las máquinas para que la imprimieran. Cuando Mauro regresó el trabajo ya estaba hecho y no hubo vuelta atrás. Después de la monumental bronca, con la consiguiente rociada de tacos de ida y vuelta que no se deben mencionar, el artículo salió al alimón, aunque firmado por Mauro Muñiz.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Castigo